En la noche del 9 de noviembre de 1989, un error de comunicación de un funcionario de la Alemania comunista desató la salida masiva de habitantes de esa nación. Se derribó el muro, símbolo de la polarización mundial por la Guerra Fría.
Aquel día, unas 20.000 personas vieron el oeste por primera vez. El símbolo de la opresión, que había costado la vida de unas 138 personas por intentar cruzar el muro, se convertía en motivo de fiesta.
Mijail Gorbachov, considerado el “padre de la reunificación alemana”.
Desde la caída del Muro, Berlín pasó de ser una ciudad en el fin del mundo (Berlín Oeste) y gris (Berlín Este) a una fuerte capital europea. Una imagen del paso fronterizo de Invalidenstrasse hacia el este de Alemania (arriba).
Una imagen publicada por el diario londindense The Telegraph muestra a un joven herido mortalmente por guardias de la RDA que intentó cruzar al oeste en 1962.