La sala de estar guarda varios tesoros antiguos, como los cuadros donados por la familia Kronfle.
El gran espejo de la casa J. Coronel adorna el vestíbulo.
El hotel habita el antiguo Hospicio Corazón de Jesús. La entrada es justamente detrás de su capilla. El proceso de construcción tomó 2 años.
En las habitaciones dominan los tonos neutros que llaman al confort. En cada una de ellas reposa una orquídea, cuya historia y clasificación aparecen en cuadros que adornan el dormitorio.
Aunque el restaurante del hotel está en la casa Coronel, es posible degustar platillos en los jardines interiores.
Los corredores y los techos altos mantienen el mismo diseño de hace más de 100 años. Los mosaicos fueron cortados en Portugal.