Isidro Romero es el presidente más exitoso en la historia de Barcelona Sporting Club: ningún otro consiguió tantos títulos nacionales –tres– como él al mando de la institución torera; además, el riobambeño encabezó a dicha institución cuando se convirtió en el primer equipo ecuatoriano en jugar una final de Copa Libertadores, en 1990.

No obstante, el empresario de 76 años reconoce como un ‘error’ haber intentado repetir aquella triunfal etapa (1982 a 1986 y 1990 a 1997) en 2005, cuando asumió en un tercer período, pero al cual debió renunciar con una carta desde España, apenas un año y 24 días después de tomar el cargo, por ‘falta de tiempo’.

Con la presidencia canaria otra vez entre sus deseos y en diálogo con EL UNIVERSO, Romero dijo no comprender cómo Barcelona pudo endeudarse tanto en la última década y calificó las administraciones de Eduardo Maruri y Antonio Noboa, su sobrino político, como una etapa “fatal” en el club.

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¿Por qué considera un error haber asumido en 2005 como presidente canario?
Pensé que las cosas podrían salir muy bien, pero cometí un error y lo acepto. Lo hice de buena fe, por dar una satisfacción a la hinchada, por querer a esta institución; pero manejar desde fuera (España, donde residía) a Barcelona es imposible. Formé un gran directorio y pensé que funcionaría; pero no funcionamos y la culpa es mía. Al ver que le podía hacer mucho daño a Barcelona viviendo en el exterior y sin el tiempo necesario (para presidir), renuncié. No me preocupó ni me arrepentí.

¿Qué le hace pensar que funcionaría ahora si decide candidatizarse en 2019?
No es una decisión final, pero tengo el sentimiento de querer hacer de esta institución una muy grande. Pienso que merece lo mejor de lo mejor. Ahora he venido a radicarme en mi país. He abierto ese capítulo de hombre público que había cerrado ya. Si me animo, es para tener éxito; por fracasos yo no voy.

Ha dicho que después de usted Barcelona ha tenido ‘dirigentes que solo van a figurar y eso es una irresponsabilidad’. ¿A quiénes se refiere?
Ha habido algunos dirigentes que están destruidos, porque creen que Barcelona es muy sencillo de manejar. ¡Nunca ha sido fácil! Critico la forma como han destruido a Barcelona quienes vinieron después de mí (su última administración). La época de (Eduardo) Maruri fue una de las peores, que solo se emparejó con la de sobrinos míos, Antonio y Luchito Noboa. Lo hicieron fatal.

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¿Qué opina de las deudas millonarias que enfrenta el club en la actualidad?
Cuando cogí Barcelona, la cogí con deudas importantes, pero manejables. Hoy sería imposible hacerlo. Yo no llego a entender (cómo creció tanto la deuda, cuyo monto global no ha sido revelado, pero que una auditoría al inicio de la actual administración situó por los $ 40’000.000). Ellos (exdirigentes) deben dar la cara y decir cómo fueron las cosas. Yo no endeudé un solo centavo a Barcelona en mi época, más bien le entregamos mucho al equipo.

En una entrevista radial, usted mencionó que durante su etapa como presidente de Barcelona el club ‘decía y mandaba’ en la Federación Ecuatoriana de Fútbol, ¿qué significa?
Que en nuestra época supimos hacernos respetar. Cuando hablaba (la dirigencia de) Barcelona, la respetaban y hasta la admiraban. Barcelona ha perdido el poder ante la Federación ecuatoriana.

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¿No cree que aquel comentario puede generar suspicacia respecto de los títulos que consiguió Barcelona durante sus períodos al mando?
Los títulos se logran en la cancha. Pero Barcelona luchó siempre en todos los escenarios, no solo en la cancha. Siempre fue respetado. Hoy Barcelona no tiene liderazgo en las instituciones deportivas. No lo tiene, ¡que me lo demuestren si no (es así)! Tan sencillo como eso.

¿Qué opina sobre el actual momento futbolístico de Barcelona, que en el torneo nacional no gana desde hace siete juegos?
Barcelona tiene un buen equipo, un buen entrenador. No sé qué pasa. Los dirigentes son magníficas personas y entienden de fútbol. Yo no llego a entender qué está pasando. Hay un bajón, ¿por qué? El dirigente no marca un gol, no sale a la cancha; el entrenador no sale a la cancha a jugar. Los grandes protagonistas son los jugadores.

¿Qué opina de Nassib Neme, quien se convirtió ya en el presidente más exitoso del otro equipo del Astillero, Emelec?
Nassib Neme es uno de los mejores dirigentes que hay en el fútbol ecuatoriano, más allá de todas las diferencias que tuvimos. En ese entonces se creó un clima deportivo ante todo, pero muy duro. Nassib intentó lo mejor que pudo, pero nunca fue campeón mientras yo fui presidente. Ahora lo ha hecho brillante. Hizo un estadio, al que yo llamaba ‘de futbolín’ con respeto y cariño; hoy tiene un muy bonito estadio, de nivel internacional. Que se sientan felices los emelecistas. Tienen un gran presidente y ojalá lo apoyen siempre, porque no se pueden conseguir títulos todos los años. Neme es uno de los mejores dirigentes del fútbol ecuatoriano.

¿Le molesta que al estadio de Barcelona se lo conozca más como el Monumental y no Isidro Romero Carbo?
No se trata de mi nombre. Hoy el Ecuador entero sabe perfectamente quién es Isidro Romero y quién hizo ese estadio. Me es igual cómo se llame. Ya Maruri cambió el nombre también al ponerle comercialmente el de un banco. Él hizo lo que le dio la gana sin respetar a nadie. A mí no me importó. El estadio sigue llamándose Isidro Romero Carbo.

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Critico la forma como han destruido a Barcelona quienes vinieron después de mí (tras su última administración). La época de (Eduardo) Maruri fue una de las peores, que solo se emparejó con la de Antonio y Luchito Noboa, sobrinos míos. Lo hicieron fatal.Isidro Romero Carbo, expresidente de Barcelona Sporting Club

(D)