Todo parece sonreírle a Daniela Vega. Su transición de chico a chica contó con el apoyo inquebrantable de su familia y su conversión de peluquera en actriz recibió el espaldarazo del cineasta chileno Sebastián Lelio, ganador del Óscar a la mejor película extranjera.

Su interpretación de Marina en Una mujer fantástica –quinta película de Lelio–, una mujer transgénero que ante la muerte de su pareja se enfrenta a la discriminación y el rechazo de la familia del difunto, le lanzó en el último año a la escena internacional y ha puesto a Hollywood a sus pies.

Nadie ha quedado indiferente ante el fenómeno Vega. Diarios como The New York Times, The Guardian, El País o las revistas Vanity Fair, The Hollywood Reporter o IndieWire han caído rendidos ante la personalidad, el aplomo, la dignidad y la actuación de la actriz chilena, de 28 años.

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La revista estadounidense W la incluye en una selección de lo mejor de 2017, en la que aparece fotografiada con Robert Pattinson, con quien compartió set para su portada. Los que la conocen la describen como una mujer ambiciosa, determinada a llegar lejos en su carrera y que se implica a fondo en lo que hace.

De peluquera a actriz

Autodidacta, Daniela Vega, nacida en Santiago en una familia de clase media, empezó su carrera en el teatro, con obras como Migrantes y La mujer mariposa y sus clases de canto. Sus aptitudes para la lírica, fomentadas desde el colegio, la llevaron por el mundo de las artes.

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En 2014 participó en el videoclip de la canción María, del cantautor y guitarrista chileno Manuel García. Hasta que Lelio, nacido en Argentina y criado en Chile, la contrató como “asesora cultural” para preparar el guión de Una mujer fantástica y luego le ofreció el papel de Marina, Vega se ganó la vida como peluquera en un salón de belleza de Santiago.

Víctima de acoso en el colegio por su condición, Vega recurrió a internet cuando tenía 15 años para definir lo que sentía su cuerpo de adolescente gótico, atraído por los hombres, y que no encajaba con la homosexualidad. Era transexual.

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Vega no ha cambiado de identidad ni de sexo en su pasaporte porque la ley chilena lo impide. (E)

Yo he conocido el amor familiar, de pareja y he estado rodeada de mucho cariño (...). No venimos a pedir permiso para ser quienes somos, seamos trans o no, sencillamente somos como somos.Daniela Vega, actriz chilena.