Se despidió del fútbol Óscar Bagüí, el ‘último de los mohicanos’ que conquistaron para Emelec cuatro títulos entre 2013 y 2017

Ahora le llegó el turno a Óscar Bagüí de cerrar su ciclo como jugador profesional. El lateral zurdo se despidió la noche del pasado domingo de la hinchada de Emelec, quienes entre cánticos y aplausos le agradecieron su aporte a la institución en la última década.

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Era el último integrante activo del recordado plantel azul que dio cuatro vueltas olímpicas nacionales (tres de estas consecutivas). El capítulo más brillante en la historia eléctrica, hasta ahora. También es lateral izquierdo con más coronas en el balompié nacional.

Bagüí, de 39 años, tomó la decisión a inicios de este diciembre y su anhelo era irse en medio de las celebraciones por la conquista por otro título, pero la misión no se logró, sin embargo, se va por la puerta grande por su entrega en cada partido que afrontó con el equipo eléctrico.

Llegó de U. Católica de Quito en el 2011 al Bombillo, que estaba al mando del técnico argentino Omar Turco Asad, quien hizo una buena campaña en los primeros cinco meses de ese año. Empató 0 en el Clásico del Astillero ante Barcelona en el estadio Monumental Banco Pichincha y venció 0-1 a Liga de Quito en la capital de la República.

Se logró un buen ambiente, pero la renuncia de Asad, quien se fue para dirigir a la escuadra de San Lorenzo de su país, provocó una conmoción en la institución guayaquileña.

El DT terminó enemistado con los azules y en Buenos Aires dijo: “Me hizo mucho daño (la directiva de Nassib Neme). Tuve cinco días terribles. Ni bien rescindimos nos cortaron el teléfono (...). Tuve miedo. Me sentí amenazado, presionado. Me sentí esclavo”.

Su salida provocó un desfile de entrenadores como el uruguayo-ecuatoriano Juan Ramón Silva, quien en su breve paso mantuvo a los azules en la senda del triunfo, pero Neme decidió cambiarlo y contrató al charrúa Juan Ramón Carrasco, el polémico entrenador que había pasado por la selección de Uruguay, arribó al Bombillo en julio y hasta finales de noviembre había destruido el buen ambiente del equipo.

“Un día nos estábamos riendo con (David) Quiroz y Carrasco nos sacó del entrenamiento. Al Cholo Quiroz lo hizo jugar de lateral y a mí de puntero. Luego me dijo ‘quédate estático, no te muevas’, una cosa de locos”, rememoró Bagüí.

Los jugadores no se lograron recuperar por completo del paso nefasto trato de Carrasco y pese al cambio de timonel (Marcelo Fleitas colgó los botines para asumir como DT) el resultado fue desastroso, perdió la final de ese año del campeonato ante Deportivo Quito.

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Continuó Fleitas para el 2012, pero a mediados de temporada fue separado y tomó el mando el argentino-boliviano Gustavo Quinteros, sin embargo, Barcelona Sporting Club fue campeón directo, al ganar las dos etapas.

Y a partir del 2013 se comenzó a escribir el mejor capítulo en la historia de los eléctricos. Alternando como capitán del Bombillo, Bagüí, junto con sus compañeros dieron la vuelta olímpica en el Capwell el 8 de diciembre tras vencer 3-1 a Deportivo Quevedo. Como campeones directos cerraron su campaña con 88 puntos, producto de 25 triunfos, 10 empates y 8 derrotas. Marcaron 67 goles y recibieron 30.

Para el 2014, el zurdo tuvo su revancha. Se midió en la definición por el título a su exequipo, Barcelona SC,en el que no logró ganarse un puesto en el 2008, afectado psicológicamente por los abucheos de la afición amarilla durante la Noche Amarilla.

Luego de un empate a 1 en el Monumental, en la revancha aplastaron 3-0 a los toreros en el Capwell. Un gol de Ángel Mena y un doblete de Miler Bolaños liquidaron a los amarillos.

“Estoy feliz por esto y por la manera en que lo conseguimos, contra el rival de toda la vida, es un clásico inolvidable. Fue un honor representar a mis compañeros como capitán y levantar la copa. El fútbol te da revanchas hermosas y de esta no me la olvidaré jamás en la vida”, destacó Bagüí.

Inició el 2015 y al finalizar el primer semestre el técnico Quintero se despidió de sus jugadores para tomar el mando de la selección de Ecuador y llegó el argentino Omar De Felippe, excombatiente de la guerra de Las Malvinas en su etapa de jugador. No hubo grandes cambios y esto ayudó para conquistar el tricampeonato.

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Fue otra gesta histórica para los millonarios, porque se convirtió en el primer equipo en dar una vuelta olímpica en el estadio Rodrigo Paz Delgado. En la final de ida venció 3-1 a Liga de Quito en el Reales Tamarindos de Portoviejo (fueron locales en el escenario manabita por la remodelación del Capwell), y en la capital de la República empataron a 0; levantaron el título con las gradas vacías porque se prohibió el ingreso de afición visitante.

En el 2016, Bagüí disfrutó la victoria (1-2) en el Clásico del Astillero del 27 de noviembre que se disputó en el Monumental Banco Pichincha. Un doblete de Ángel Mena evitó que los canarios fueran campeones ese día. La campaña eléctrica empezó con De Felippe y a mediados de año tomó el control el uruguayo Alfredo Arias.

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“Siempre lo digo. Ganar la final del siglo 2014, y ganar la final inventada 2016, son dos títulos que le gané a Barcelona”, comentó en su momento el excapitán de Emelec.

Su último título fue en el 2017. Delfín apareció como su contrincante por el título y en el primer juego Emelec se hizo con un triunfo de 4-2 y en la revancha ganó 2-0 en la cancha del Jocay de Manta.

Cerró su ciclo con los millonarios participando en 339 encuentros -en total jugó 28.773 minutos-. Marcó dos goles, en el 2012 a Deportivo y otro en el 2015 a River Ecuador. (D)