Aparentemente a la dirigencia del Gremio de Porto Alegre no deja de molestarle haberle pagado $ 2 millones al América de México por Michael Arroyo, que fracasó en el club brasileño con el que firmó en junio anterior por dos temporadas y solo permaneció seis meses.

Los reproches de la directiva del actual campeón de la Copa Libertadores de América y de la prensa de Porto Alegre no cesan. Tras ser llamado Arroyo “el jugador problema de Gremio”, que “se volvió un enorme dolor de cabeza”, según varias publicaciones del diario Zero Hora, el periodista Eduardo Gabardo, de ese rotativo, informó que el tricolor le comunicó a la dirigencia gaúcha “que no tenía condiciones psicológicas de continuar en el club”.

El pasado miércoles, Zero Hora anunciaba que el volante de 30 años fichó “por dos temporadas” con Barcelona de Guayaquil y “con eso, el Gremio se libra de un problema, pues Arroyo tenía contrato hasta diciembre del 2019”.

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La nota agrega que “Arroyo fue contratado por el Gremio en junio del 2017. En el (estadio) Arena, el centrocampista tuvo un paso apagado, con un final melancólico”. El periódico explica que a las negativas “condiciones psicológicas” que adujo el guayaquileño para no rendir en Gremio también “alegó falta de motivación para actuar por el equipo gremista” y por eso “el jugador quedó fuera de la delegación en la final de la Libertadores y también del Mundial de Clubes”.

Otras ‘devoluciones’

Desafortunados han sido la mayoría de los recientes pasos de tricolores en Brasil; Arroyo y Miler Bolaños son dos de los últimos casos.

Se suman a Luis Bolaños, que no convenció en Inter de Porto Alegre (que pagó $ 3 millones) ni en Santos. Patricio Urrutia luchó por irse al Fluminense en el 2009; firmó por dos campañas y retornó en cinco meses. Solo jugó breves minutos.

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En el 2017 volvió Luis Kunti Caicedo, que se ‘desinfló’ en el Cruzeiro; y para el 2018 retorna Jefferson Orejuela, que no trascendió en Fluminense. Este año Frickson Erazo jugará en Vasco da Gama, tras campañas inadvertido en el Flamengo, Gremio y el Atlético Mineiro.

2 millones de dólares
Esa cifra pagó el Gremio de Porto Alegre por Michael Arroyo, que jugó siete partidos oficiales por el club, que no lo tomó en cuenta para la Copa Libertadores que ganó.

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Las malas experiencias con los ecuatorianos Bolaños y Arroyo, que pidieron irse, aumentaron la vigilancia de la dirigencia en cuanto a jugadores extranjeros.Zero Hora, diario de Porto Alegre

(D)