La selección de Ecuador, sin chances de ir al Mundial, puede convertirse en un verdugo histórico si hoy gana a la Argentina de Lionel Messi, que llega al estadio Atahualpa, urgido de un milagro para clasificar, recién en la última fecha de la eliminatoria sudamericana.

La última vez que la Albiceleste no acudió a un Mundial fue en 1970 y los nombres de Didí y Oswaldo Ramírez, el técnico y el autor de los dos goles con que Perú lo eliminó (2-2), pasaron a la posteridad. Hoy, el DT interino de la Tricolor, Jorge Célico, igual, está en el umbral de pasar a esa instancia.

“Hay que dejar bien sentada la honestidad en este deporte, y haremos el mayor esfuerzo para que nuestra gente se vaya tranquila”, dijo Célico, y dejó en claro que saldrán a ganar más allá de que eso pueda significar la eliminación de su país.

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“Para Ecuador esta es una oportunidad de reivindicarnos con la afición”, añadió el entrenador, que vive en Quito desde hace 14 años.

El bonaerense descartó que sus dirigidos, al estar eliminada la Selección, vayan a entrar relajados a la cancha.

En la Albiceleste –que llegó la noche del domingo a Guayaquil–, la seguidilla de malos resultados en las últimas cuatro fechas (derrota con Bolivia y empates con Uruguay, Venezuela y Perú) tienen al borde de la hecatombe a la comunidad futbolera, que son mayoría.

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Jorge Sampaoli, subcampeón en el Ecuador con Emelec en el 2010, sabe lo que es jugar en la altura de Quito, y dentro de su receta está el llegar el mismo día del juego a la capital. “Sigo esperanzado de que vamos a clasificar”, dijo el entrenador.

Lo real es que la Albiceleste, que en este proceso eliminatorio despachó a los técnicos Gerardo Martino y Edgardo Bauza, llega a la última jornada en medio de la incertidumbre, y donde si queda fuera del Mundial, es casi un hecho que su estrella Lionel Messi le dirá adiós a la selección. (D)