Los Cowboys de Dallas hicieron un gesto de unidad antes de su partido contra los Cardinals de Arizona, la noche del lunes, pero no fue durante la interpretación del himno nacional.

Todo el plantel se arrodilló junto al dueño, Jerry Jones, y su familia antes de que se desplegara una gigantesca bandera de Estados Unidos, lo que provocó que recibieran algunos abucheos de los aficionados de los anfitriones Cardinals.

Jones es un reconocido simpatizante del presidente Donald Trump y se desconocía si el equipo iba a protestar durante el himno, como ocurrió en los partidos de la jornada del domingo en la NFL.

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Los Cowboys se arrodillaron cerca del centro del campo.

Por su parte, los Cardinals se congregaron en una de las zonas de anotación como grupo, algunos agarrándose de los brazos durante el himno. El dueño de los Cardinals, Michael Bidwell, su familia y el gerente general del equipo, Steve Keim, los acompañaron.

Desde la temporada pasada varios jugadores de la NFL han optado por hincarse, sentarse o levantar los puños durante el himno en protesta por el trato que la Policía le da a la gente de raza negra, que consideran discriminatorio. “Esto no tiene nada que ver con la raza. Tiene que ver con el respeto a nuestro país”, señaló Trump.

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El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, defendió a Trump al afirmar que los dueños de equipos de la NFL deben estipular como obligatorio que los jugadores se pongan de pie para el himno. “Ellos pueden ejercer su libertad de expresión en su tiempo libre”, dijo Mnuchin en en el programa dominical de entrevistas This Week, en el canal ABC.

“Uno de los derechos fundamentales sobre el que EE.UU. se sustenta es la libertad de expresión. Contamos con una larga tradición de protestas pacíficas y no violentas. Aquellos que ejercen su derecho para expresarse de manera pacífica no deberían ser demonizados ni excluidos”, dijo Michael Jordan, exastro de la NBA, al diario The Charlotte Observer, ayer.

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Brandon Marshall, jugador de los Broncos de Denver, quien distribuye abrigos en el invierno en la ciudad junto con su madre como parte de sus obras de beneficencia, dijo que los Broncos se reunieron el domingo por la noche para hablar del tema. “A los (supremacistas blancos) de Charlottesville (Trump) les dijo que eran buena gente y a nosotros (por protestar) nos dijo que éramos unos hijos de...”, se quejó Marshall. (D)

Es cómico y repugnante que no los invitaran (a los Warriors) cuando de todas formas no iban a ir (a la Casa Blanca). EE.UU. es una vergüenza para el mundo.Gregg Popovich, entrenador de los Spurs de San Antonio, en la NBA