Galo Chiriboga –el ex fiscal general del Estado que lideró la investigación que terminó con las condenas de cuatro funcionarios de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), por el delito de lavado de activos– rechaza que ser ahora abogado de Carlos Villacís –quien sucedió en la presidencia a Luis Chiriboga, uno de los sentenciados– represente un conflicto de interés, como asegura Xavier Burbano, miembro del Consejo de Participación Ciudadana.

Burbano, quien denunció hace casi un año un supuesto delito de tráfico de personas –caso conocido como ‘Niños con bigote’–, cree que “no es ética la contratación de Chiriboga como abogado de Villacís”. Ayer, en diálogo con el programa City Noticias, en Radio City, Galo Chiriboga se refirió al tema. Aclaró que se excusó en un posible delito de abuso de confianza que perjudicaría a la FEF, pero no de la investigación que la Fiscalía del Guayas sigue por el tráfico de personas, por el que Villacís dará hoy su versión.

“Soy un abogado y vivo de mi profesión. Ya no soy funcionario público y tengo el derecho, de acuerdo con la ley y la Constitución, a trabajar. La FEF me pidió asesoría en dos temas. Uno por una denuncia del consejero (Burbano) por un posible delito de tráfico de personas. Villacís presenta la denuncia ante un juez penal en Guayaquil. A esa denuncia no se le había dado seguimiento”, dijo Chiriboga.

Publicidad

Agregó: “¿Cual ha sido mi trabajo? Preparar, en la agenda de Villacís, que vaya (hoy) y rinda la versión como denunciante. No es la FEF la que está acusada de tráfico de personas. Mi compromiso es apoyar a la FEF para darle todos los instrumentos de mi experiencia para que se persiga un delito grave”.

Chiriboga dijo que las sentencias condenatorias por lavado de activos fueron “contra personas que no son los actuales directivos de la FEF, por lo tanto no hay conflicto de interés”. Añadió que como fiscal general, la fiscal Diana Salazar, tras las cuatro sentencias obtenidas, le indicó que había elementos para presumir que la FEF fue “víctima de un abuso de confianza” y le ordenó seguir la investigación del FIFAgate “en un segundo escenario. Ya no por lavado de activos. De ese nuevo proceso, que yo ordené investigar, me excusé”. (D)