El fichaje de Neymar por el Paris SG –club que desembolsó el monto récord de 261 millones de dólares por el astro brasileño– no solo provocó dolores de cabeza a su exequipo, el Barcelona, sino además a la firma Konami, cuyo videojuego PES 2018 contaba en su portada –revelada a inicios de julio– con el capitán de la Canarinha luciendo la camiseta azulgrana.

A un mes de que el producto deportivo estrella de la compañía vea la luz en los mercados mundiales, el traspaso del jugador de 25 años supone un ajetreo para los desarrolladores del Pro Evolution Soccer (PES) y el área de comercialización de la gigante japonesa, quienes hoy se encargan de dar un giro sobre la marcha.

Antes de la confirmación de la estrafalaria transferencia, la figura de Ney aparecía en las portadas del juego para América, Europa y algunos países de Asia. Ahora, el reto se enfrasca en ‘reparar’ la carátula del videojuego, que en otras ediciones también exhibe a Luis Suárez, Lionel Messi y demás futbolistas del conjunto catalán.

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Sin embargo, no es el único problema por resolver. Sin Neymar en el Barça, la jugabilidad de PES 2018 debe verse alterada, de tal forma que el brasileño ya no defienda en el juego los colores de su exequipo, sino de aquel que no tuvo el mínimo reparo en romper el mercado por tenerlo entre sus filas.

El asunto sería más sencillo si no girara en torno a las licencias deportivas que conceden actualmente clubes, ligas y otros torneos a los desarrolladores de videojuegos y que representan, de por medio, trámites –hoy contra reloj– y montos económicos.

Toda una jaqueca que no tiene que sufrir FIFA 2018, principal competidor de PES.(D)