El exguardameta venezolano Rafael Dudamel está de vuelta en Guayaquil 16 años después de que se consagrara con Millonarios de Colombia, en el estadio Capwell, como el último campeón de la Copa Merconorte frente a Emelec, en una definición por tiros penales en la que él fue el héroe de su equipo: atajó los disparos de Carlos Hidalgo, Otilino Tenorio y celebró finalmente cuando John Cagua falló el suyo. Ahora como exitoso técnico de las juveniles de la Vinotinto que clasificaron a los mundiales sub-17 y sub-20, obteniendo la última el subcampeonato este año, y encargado de un proceso de renovación en la selección mayor con miras a Catar 2022, el recordado Libertador llegó a la ciudad invitado para un torneo infanto-juvenil de Fedenador que fue inaugurado ayer. Antes de eso compartió sus experiencias con los chicos y entrenadores.

¿Cuál fue la clave para que Venezuela, que no es una potencia futbolística, lograse la clasificación al Mundial Sub-20 de Corea del Sur y llegase a la final?

A la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) se le presentó un buen plan de trabajo y ellos apoyaron el proyecto. Con muchas dificultades realizamos viajes por el país y también internacionales, se planificó y detectó lo mejor. Observamos más de 85 jugadores de las categorías 1997, 1998 y 1999.

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Aunque perdieron la final con Inglaterra, el equipo fue la revelación del torneo y dejó buenas sensaciones. ¿Qué futuro ve para los integrantes de esa sub-20?

Con su esfuerzo ellos se han ganado de forma inmediata una oportunidad en la selección absoluta, para que continúen su crecimiento, pero saben que ya no deben pensar como una categoría juvenil sino como mayores; adaptarse a nuevas exigencias y responsabilidades; una selección mayor es totalmente distinta a la sub-20.

Su país atraviesa una grave crisis política, ¿de qué manera afecta al fútbol?

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Lo que sucede en Venezuela afecta a todos, pero desde el fútbol lo hemos intentado tomar como un punto de motivación, encontrando en
la adversidad la posibilidad
de hallarnos triunfadores. Nuestros jugadores han demostrado su calidad en medio de tantas dificultades.

A usted le han delegado también las riendas de la selección mayor, ¿por qué cree que esta no ha podido llegar a una cita mundialista en la máxima categoría?

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No quiero analizar lo que ha ocurrido con las anteriores selecciones, hoy tengo la gran oportunidad de apuntar a Catar 2022 y lo asumo con mucha ilusión porque sabemos que tenemos una generación de futbolistas extraordinarios. Pondré toda mi experiencia y esfuerzo para que el próximo Mundial sea una realidad para todos los venezolanos.

Muchos dicen que la eliminatoria sudamericana es la más difícil por el alto nivel de las selecciones, ¿concuerda con eso?

Sí, por el nivel y porque la competición no es continua. En este premundial el juego es por tres años, muy pocas veces se pueden prolongar los buenos momentos de un equipo, van ganando dos, tres, cuatro partidos y cuando más se quiere que continúe la prueba, se llega a interrumpir.

¿Cuáles cree que serán las selecciones sudamericanas que llegarán a Rusia 2018?

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Las históricas siempre tienen ese rótulo de protagonismo como Brasil, que ya consiguió su espacio en Rusia 2018. Pero no hay que olvidar que las demás van a luchar hasta el final como Argentina, Chile, Uruguay y Colombia, que ha dado un salto de calidad, Ecuador tiene el tiempo suficiente para reengancharse con el protagonismo que
tuvo al inicio y lograr su clasificación a Rusia 2018.

¿Qué opinión tiene del fútbol ecuatoriano?

Es realmente admirable visto desde el extranjero, porque tiene jugadores muy potentes que van marcando espacios
en la élite internacional. Después de muchos años de capacitación y de formar al futbolista de alta competencia, el juego ecuatoriano se volvió muy respetado. (D)