Una medida similar a la del Clan Juvenil, tras caer 0-1 con Olmedo de local, tomó el 24 de noviembre de 2005 Isidro Romero en su última y fugaz etapa como presidente del Barcelona, al separar a once jugadores. Edwin Villafuerte, Franklin Corozo, Augusto Poroso, Wilson Carabalí, Mariano Mina, Daniel Mina, Mauricio Hurtado, Armando Paredes, Ángel Fernández, Agustín Delgado y el argentino Antonio Barijho.

“Es lo que debí hacer a inicios de año, lo que debieron hacer los anteriores presidentes. Nunca más tendrán el privilegio de vestir la gloriosa camiseta de Barcelona”, dijo Romero al enviarlos a trabajar al equipo B hasta que acabaran sus contratos, en diciembre del 2005.

Fueron subidos Washington Espinoza, Carlos Sánchez, Javier Lara, David García, Álex Bolaños, Mike Rodríguez, Álvaro Fernández, Julián Mina, Franklin Quiñónez y Néstor Rodríguez, que como canarios no tuvieron éxito en años posteriores.

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“Es hora de pensar en el 2006”, dijo Romero, pero renunció desde España tres meses después luego de un clásico perdido 0-3. (D)