El irlandés Philip Mulryne a sus cortos catorce años llegó a donde quizá muchos jóvenes futbolistas sueñan: el Manchester United, a las órdenes del entrenador Alex Ferguson. Entonces fue compañero de David Beckham y Ryan Giggs. 

En el equipo de los 'Red Devils' jugó durante tres temporadas, hasta 1999, antes de seguir su carrera en el Norwich City, donde disfrutó de los mejores años de su vida futbolística. Luego fue a parar al Cardiff City, el Leyton Orient y el King's Lynn.

Su vida en la cancha duró un lapso de doce años, tiempo en los que ganaba cerca de 800.000 dólares por temporada. También participó en 26 partidos de la selección de Irlanda del Norte. En ese entonces tenía novia, Nicola Chapman, una modelo.

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La historia de Mulryne, de 39 años, dio un giro radical en 2008, luego de su retiro del fútbol por lesiones. Lo común es que estos personajes sigan vinculados a la actividad, como entrenadores o en ámbitos similares, o que se dediquen a comentaristas.

Pero Mulryne en cambio se decidió por los votos de castidad y pobreza. A los 31 años empezó a realizar obras de caridad y conoció al obispo Noel Treanor, quien le sugirió seguir la vida sacerdotal.

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Entonces en 2011 el exjugador viajó a Roma (Italia) para ingresar al Colegio Pontificio Irlandés y formarse en la carrera eclesiástica. Luego de un año llegó a la Casa del Noviciado Dominicano en Cork.

Los estudios religiosos del ex 'diablo rojo' dieron sus frutos el pasado sábado cuando finalmente fue ordenado sacerdote de la Orden Dominica Irlandesa por el Arzobispo Joseph Augustine Di Noia OP.

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Ahora se lo conoce como el padre Philip Mulryne. (D)