Hace rato que Venezuela necesitaba una buena noticia y los ‘chamos’ de la Vinotinto, con su histórico Mundial sub-20, dibujan una sonrisa en el rostro de su gente pese a las convulsiones de la crisis.

Venezuela enfrentará mañana a Inglaterra en la final del campeonato mundial juvenil (a las 05:00 de Ecuador, transmisión de DirecTV). Así, el equipo entrenado por Rafael Dudamel puede alzar un inédito trofeo y, a la vez, ya hace soñar a futuro con otra meta jamás alcanzada: clasificar a una Copa del Mundo absoluta.

Es que el éxito de la sub-20 contrasta con la decepcionante eliminatoria al Mundial de Rusia 2018: Venezuela es última con 6 puntos en 14 jornadas.

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El técnico es el mismo, varios de los jugadores también, pero los escenarios son diferentes.

“Soy optimista: van a ser campeones. Hay que cuidar a estos muchachos como oro, porque nos pueden llevar a Catar 2022”, comentó a la AFP el experimentado técnico venezolano Manuel Plasencia.

Adalberto Peñaranda, Yangel Herrera, Yeferson Soteldo o el portero Wuilker Faríñez (héroe del triunfo del jueves sobre Uruguay, 4-3 en tanda de penaltis, tras el 1-1 en 120 minutos) responden como figuras; mientras que otros jugadores como Sergio Córdova o Ronaldo Lucena terminan de eclosionar.

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“Apareció una generación de futbolistas fabulosos, que no aparece todos los días, y ello se une a un muy buen trabajo de Dudamel”, agregó Plasencia, de 74 años, quien dirigió a Venezuela en su primer gran triunfo futbolístico: el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1982, en La Habana.

La camada se moldeó con 24 meses de módulos de entrenamientos, amistosos y giras internacionales. “Va a ser un salto de calidad”, señaló Richard Páez, exseleccionador vinotinto entre 2001 y 2007.

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Dudamel es el encargado de guiarlos, combinando los roles de entrenador de la absoluta y la sub-20, ratificado hasta 2022. Ha ido renovando filas y su última convocatoria premundialista tuvo un promedio de edad de 23 años, cuatro meses.

Pero ni Dudamel ni sus jugadores olvidan la situación del país, con protestas que dejan 67 muertos en 70 días, motorizadas por el colapso económico. Venezuela sufre la inflación más alta del mundo y una escasez crónica de alimentos y medicinas golpea a la nación.

“El fútbol te mete en una burbuja (...), pero fuera de esa burbuja están nuestros familiares, que sufren el día a día. Nuestra única herramienta es la pelota para darle alegrías a la gente”, declaró Dudamel esta semana.

Violentos disturbios desplazan en la agenda noticiosa a las hazañas de la selección mundialista, pero el pase a la final desató felicidad. (D)

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