La Copa Confederaciones 2017, antesala del Mundial de Rusia el año siguiente, está próxima a desarrollarse en el país más extenso del mundo.

El tradicional torneo, que en un principio se realizaba cada dos años, tuvo su primera edición en 1992 en Arabia Saudita, pero fue en 2005 cuando la FIFA decidió que sirviera de prueba para la sede que albergaría la posterior cita mundialista, por lo que era necesario que se desarrollara cada cuatro años.

La infraestructura del territorio es una de las principales materias que busca aprobar el país-sede y los estadios que posee se traducen, sin duda, en la asignatura más importante.

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De los doce escenarios que cobijarán los duelos del Mundial, cuatro representarán a Rusia ante los ojos del planeta: el Spartak (Moscú), el Olímpico Fisht (Sochi), Kazán Arena (Kazán) y el de San Petersburgo o también conocido como el Zenit Arena, reductos cuyos aforo, superficie y distancia entre ellos podrían definir lo que será en 2018 la primera experiencia de la federación rusa organizando la cita deportiva. (D)