Atlético Nacional y Chapecoense, unidos para siempre por la tragedia aérea del 28 de noviembre de 2016 en la que perecieron 19 miembros del club brasileño, jugarán el miércoles el partido de vuelta por la Recopa Sudamericana.

Seis de los 77 pasajeros sobrevivieron al accidente del año pasado, que ocurrió cuando el plantel brasileño viajaba a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana.

La Conmebol otorgó el título del torneo a Chapecoense, lo que lo clasificó a la Copa Libertadores de este año y además le otorgó el derecho a disputar la Recopa ante Nacional, actual monarca de América. Chapecoense ganó el partido de ida 2-1 en Brasil.

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El portero Jackson Follman y el defensor Alan Ruschel, ambos sobrevivientes del accidente, llegaron a Medellín el lunes, y el zaguero Hélio Zampier Neto y el narrador deportivo Rafael Henzel, también sobrevivientes, llegaron después. El plantel arribó entrada la tarde.

Los sobrevivientes fueron recibidos como héroes en medio de mariposas y rosas blancas en el hotel donde se encuentra la delegación.

"La vida continúa... Estoy feliz con la recepción que nos dan y de poder compartir con los colombianos", dijo Follman.

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El guardavallas de 25 años perdió parte de la pierna derecha y se adapta a la prótesis que utiliza para caminar.

"Feliz y agradecido por estar vivo, caminar y estar entrenando de nuevo con el equipo. Con la sensación y la tristeza de haber perdido muchos amigos, pero con el agradecimiento también por la solidaridad de la gente de Colombia y de nuestra ciudad Chapecó", declaró Ruschel al diario El Colombiano de Medellín.

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Ruschel, de 27 años, se prepara para volver a jugar.

"Los médicos dicen que la recuperación ha sido milagrosa, ya estoy entrenando a la par de mis compañeros y en unos 20 días espero poder jugar de nuevo un partido oficial. Parece increíble, pero es cierto", subrayó.

Los integrantes de Chapecoense en la víspera de viajar a Medellín ganaron por segundo año consecutivo el campeonato estatal de Santa Catarina.

"Nada podrá borrar lo que sucedió, pero estamos trabajando para que los hinchas se sientan orgullosos, para que nosotros llenemos de gloria a este equipo, para que nuestros amigos sonrían desde el lugar donde estén, para que su legado permanezca", concluyó Ruschel.

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Vagner Mancini relevó en el banco al fenecido timonel Caio Junior y reconoció que ha sido difícil la tarea de rehacer el plantel.

"Es algo inaudito reconstruir un equipo y ganar un título en cuatro meses", señaló.

Los directivos de Chapecoense solicitaron a Nacional y a la alcaldía de Medellín no ofrecer homenajes, pero mantuvieron los previstos al arribo de la delegación y en la antesala del juego en el estadio Atanasio Girardot.

El alcalde de Medellín Federico Gutiérrez, el gobernador de Antioquia Luis Pérez y directivos de Atlético Nacional recibieron al club en el aeropuerto José María Córdova.

"Cómo de una gran tristeza y tragedia sale una oportunidad de una gran amistad. Somos hermanos por siempre, ellos llegan acá y sienten que son locales, así le pasó a Nacional en el partido pasado en Chapecó", manifestó Gutiérrez.

Los miembros de Chapecoense desfilaron sobre un tapete rojo en una calle de honor integrada por miembros de las fuerzas armadas y se les colocó un botón con las banderas de Colombia y Brasil.

El técnico de Nacional Reinaldo Rueda por su lado ha insistido a sus hombres que enfrentarán a un nuevo Chapecoense, diferente al que iban a encontrar en la final de la Copa Sudamericana.

"Hay jugadores que no vivieron ese drama, que no estaban vinculados en un alto porcentaje afectivo a Chapecó. El mejor homenaje ya lo rendimos y ahora nos debemos dedicar al juego y a lograr nuestra meta (el título) con todo el respeto que le tenemos al rival", declaró. (D)