La expulsión del atacante torero Jonatan Álvez a los 20 minutos del Clásico del Astillero, disputado el pasado domingo y que se saldó con victoria azul (1-0), fue “determinante” en el partido, según coincidieron los técnicos de Barcelona y Emelec, Guillermo Almada y Alfredo Arias, respectivamente.

El estratega canario evidenció su malestar en la rueda de prensa pospartido y señaló a los medios de comunicación reunidos de “tener miedo” de mencionar la acción que fue reclamada por la tienda amarilla como penal, lo que posteriormente generaría un reclamo airado de Álvez contra el árbitro Juan Albarracín, quien le exhibió su primera tarjeta amarilla.

“¿Qué cambió el partido? No lo dicen. ¿Es tan difícil decirlo? Fue un punto de inflexión, fue una jugada determinante; (pero) de los árbitros no puedo hablar porque me gano una suspensión”, dijo efusivamente el entrenador torero.

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Luego de la discutida acción, el delantero charrúa recibió la segunda amonestación por una barrida temeraria contra el volante azul Romario Caicedo, y tuvo que salir expulsado.

“No merecimos perder por las jugadas que creamos; pero erramos. Ellos convirtieron el gol en el momento preciso, luego se defendieron bien y tuvieron sus méritos”, expresó.

Por su parte, el DT de los millonarios reconoció que su equipo se vio “beneficiado” al jugar con un elemento más: “No lo voy a esconder: hay circunstancias que ayudan. Nosotros quedamos con uno más, pero estamos preparados para jugar contra 10, 11 o 12”.

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Arias además señaló el desgaste que ha tenido su club últimamente por su participación en Copa Libertadores.

“Les debería dar dos kilos de energía (a los futbolistas azules), porque vienen jugando cada dos o tres días”, dijo.

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Tanto eléctricos como canarios han disputado varios encuentros por semana recientemente. Barcelona volverá a presentarse ante su hinchada en el estadio Monumental, el jueves próximo, cuando enfrente al Botafogo de Brasil, contra el que buscará ratificar su liderato en el grupo 1 de la Copa. (D)

¿Qué cambió el partido? No lo dicen, (pero) de los árbitros no puedo hablar porque me gano una suspensión.Guillermo Almada, DT de Barcelona