Roger Federer demostró en enero pasado, en el Abierto de Australia, que a los 35 años sigue en vigencia y que su capacidad para ganar torneos de Grand Slam está intacta. Por eso, las dudas sobre si el suizo debe retirarse se han disipado, especialmente para dos figuras legendarias: el alemán Boris Becker (49 años) y el estadounidense John McEnroe (57).

Según Becker, “cuanto más gane Roger, más tiempo querrá seguir jugando. La forma en la que jugó en Melbourne demuestra que tiene mucha cuerda para rato, y lo mismo para (el español Rafael) Nadal”,

El germano, que obtuvo seis coronas de certámenes majors (entre ellas tres veces Wimbledon) “antes de comenzar Australia todos preguntaban hacia dónde iban Roger y Rafael. Después del torneo, han demostrado que van hacia lo más alto”.

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El hasta hace poco entrenador del serbio Novak Djokovic reflexionó sobre las conquistas de Federer. “Ganar 18 títulos de Grand Slam es algo inmenso. ¿Quién puede hacer eso? Federer lo hace parecer fácil y sin esfuerzo. Su elegancia y la clase que tiene es algo que no muchos deportistas serán capaces de imitar en el futuro”, indicó.

Becker agregó: “Creo que Rafa y Novak podrían atrapar a Roger, pero él todavía podría ganar más también. Cuanto más gane, más tiempo querrá seguir jugando. El tenis al más alto nivel gira en torno a la mentalidad y no demasiado sobre la forma. La madurez de un jugador es muy importante”.

Poema de ‘Big Mac’
Mientras, McEnroe, le dedicó a Federer un poema de “tinte religioso”, según lo califica el portal Puntodebreak.com.

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“El Mesías del tenis volvió y tiene un mensaje para todos nosotros: Una vez más, me habían enterrado demasiado pronto y una vez más, resucité. Puede que ya no ande por las aguas como solía hacerlo, pero aún puedo hacer un milagro o dos, como multiplicar los (tiros) winners o convertir el agua en Gatorade”, escribió Big Mac.

Añadió el dueño de siete coronas de Grand Slam: “Nosotros, pobres almas, habíamos perdido la fe en él y habíamos comenzado a adorar a otros ídolos. Todos nos levantamos para aclamar a nuestro héroe. Y aquí estamos, en el año 35 D.R. ¡Después de Roger! Ahora, repitan después de mí: ¡Roger es bueno! ¡Roger es genial!”. (D)