“No importa el resultado, vamos a divertirnos”, con esa frase un grupo de niños es motivado por el entrenador Manuel Mora antes de un partido de béisbol que se jugó bajo la lluvia en un suelo resbaladizo.

Mora, de 60 años y conocido como el Profe, jugó en equipos guayaquileños. Empezó y terminó en el desaparecido Liga Deportiva Estudiantil (LDE).

Junto con sus hijos y un grupo de exjugadores de este deporte enseña béisbol y sóftbol a unos 70 niños y jóvenes de escasos recursos que viven en sectores de Mucho Lote, Las Orquídeas, Bastión Popular, Los Vergeles, Ciudad Santiago y Mapasingue.

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“Lo primero que les inculco a los chicos es que obedezcan a sus padres y que estudien, si no, no juegan”, refiere Mora, quien impulsa un proyecto de masificación de este deporte para “alejar a los niños y jóvenes de los vicios, que obtengan una beca estudiantil y puedan llegar hasta las Grandes Ligas”.

Los niños, de ambos sexos, enfrentaron a la novena de un colegio religioso. El Profe les imparte indicaciones y los anima a jugar sin importar el resultado.

Mora se enorgullece al comentar que entre los 70 menores que dirige hay dos con problemas de lenguaje y otros dos con déficit para correr. “Esos problemas no han sido impedimentos, ellos se acoplaron rápido y participan con los demás”, recalca.

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La fundación Mamoja, que dirige Mora, ha brindado en casi diez años los implementos necesarios a sus dirigidos, y cuenta con el aporte solidario de exjugadores que apadrinan a los menores y ayudan a costear los implementos y gastos.

Sin embargo, Mora tiene un gran desafío: el cerramiento de la cancha que les ha concedido el Municipio en la sexta etapa de Mucho Lote 1. “Solo necesitamos el cerramiento, ya que entran personas ajenas con sus vicios. También que nos donen unos graderíos para el público, que por ver a sus hijos están de pie”, sostiene.

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Este semillero se ha extendido a otras localidades como Tenguel, Chongón, Santa Elena, Esmeraldas y hasta Archidona. El equipo amazónico viene una vez al año a participar en un torneo.

“Es lindo ver a niños que nunca pueden acceder a estos implementos que se animan a participar. Un chico de Mapasingue vio que sus amigos de barrio entrenaban, vino a una práctica y desde ahí es un constante jugador porque le interesó este deporte”, comenta.

“El béisbol es netamente guayaquileño”, dice Mora al destacar que la fundación tiene el apoyo del alcalde de Guayaquil y la Dirección municipal de Deportes.

Ahora los dirigidos por el Profe se alistan para un torneo internacional en julio en Guayaquil al que asistirán equipos de Perú, Chile, Archidona, Tenguel, Chongón Santa Elena y los cuatro de Guayaquil. (I) 

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