La vigente Constitución que rige los destinos del país, en su artículo 381 señala que “El Estado protegerá, estimulará y garantizará los recursos e infraestructura para el desarrollo de la Educación Física, Deportes y Recreación, en todos sus niveles”.

Indica ese artículo de manera clara que debe entregar recursos de forma obligatoria; es decir, no se trata de ningún acto de generosidad de los gobernantes, porque además son recursos que entregamos todos los ciudadanos. Esta introducción es necesaria porque en los últimos tiempos he empezado a escuchar, desde algunos sectores oficiales, que los directivos del deporte deben buscar su autonomía y generar sus propios recursos para financiar sus actividades deportivas.

Por esta nueva forma de pensar, y por la situación económica actual, se han empezado a recortar presupuestos, proyectos y se sigue sacando y disminuyendo la cantidad de atletas del plan de Alto Rendimiento.

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Además, se mantiene el criterio de los ‘Deportes Priorizados’. Es público y notorio que no he estado de acuerdo con esta norma. Se puede entender que en determinado momento y circunstancia podría ser bueno inyectar más recursos a algunas disciplinas, pero sin dejar de apoyar a los otros deportes. No se debe excluir a ninguno, pues se corre el riesgo de, al aplicar ese concepto muy de moda en la actualidad, convertirse en una acción excluyente.

Pueda ser que con la llegada de la nueva ministra del Deporte, que estudió y se graduó en Cuba, se consiga apoyar y buscar el desarrollo de todas las disciplinas, pese a los problemas económicos actuales.

Estas marginaciones lamentablemente están afectando a deportes como el béisbol. A la Federación Ecuatoriana de esta disciplina solo le entregaron recursos para apuradamente pagar servicios básicos y nada para torneos selectivos, planes de desarrollo ni campeonatos internacionales.

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Cuando todos creíamos que eran etapas y épocas superadas, se produjo algo que llama la atención. La temporada pasada las selecciones de béisbol concurrieron a tres torneos fuera del país, casi todo cubierto por los padres de familia. Una delegación del Yeyo fue hasta Lima y tuvieron brillante actuación al ganar el torneo infantil. Sin embargo, se cancelaron otras participaciones como el Sudamericano de adultos y campeonatos internacionales que debían de ejecutarse en el Ecuador.

Cuando se suprimió la anterior forma de financiar el deporte, mediante un impuesto que generaban las llamadas telefónicas, que era una contribución de los usuarios, se dijo que se suprimía esta manera y que en adelante el Estado cubriría todos los planes de desarrollo y participaciones internacionales.

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Parece que estamos volviendo al pasado. Las mayores y mejores acciones las generan las instituciones y clubes privados, o los propios representantes de los peloteros, cuando esto es deber y obligación del Estado y su organismo rector.

Por fortuna hay esfuerzos privados como la gestión que realiza Daniel Durán, que convocó a un llamado Show Case, que son pruebas y mediciones a niños o jóvenes. Ese evento que tuvo gran concurrencia tiene entre sus principales finalidades detectar y medir las condiciones de los beisbolistas para determinar si pueden buscar becas de estudio en universidades para elevar su nivel técnico y asegurar una carrera profesional.

En la actualidad hay algunos jóvenes ecuatorianos que estudian y juegan en distintos centros de estudios superiores de Estados Unidos. Lo hacen con becas obtenidas por jugar béisbol y con el apoyo de sus padres, como Francesco Calderón, Sebastián González, Gustavo Landín, Aarón Mejía, Carlos Lino Ricardo Baida, y a nivel de colegios están en Florida Gustavo Lino y Christopher Bohrer.

Christopher, nieto de Len Bohrer, quien fuera mánager del Emelec por algunas temporada, juega desde muy pequeño. Pasó por algunos equipos en Guayaquil como Fatty, Rojos, Cardenales, Torremar e integró varias selecciones ecuatorianas, como las que participaron en un mundial de Taipéi, el Panamericano en Barranquilla, Mundialito de la Corporación Criollitos, de Venezuela. En los latinoamericanos de la famosa Liga Williamsport, jugados en Guayaquil y especialmente en Caguas, Puerto Rico, del que fue gran líder y capitán cuando conquistaron el campeonato con gran suceso el 7 de junio de 2013. Eso les valió para clasificar al Mundial que se jugó en la ciudad de Livermore, California.

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Ahora, simultáneamente juega en una liga de mayor nivel y ha sido nominado segundo mejor prospecto, y es observado por entrenadores y scouts para ofrecerle becas universitarias. Hay muchos jóvenes que tienen talento para buscar estudiar en el exterior, lo que hace falta es apoyo del Estado como señalan nuestra Constitución y la Ley del Deporte. (O)