Roger Federer demostró ante Tomas Berdych que sus victorias sobre un par de oponentes de poca jerarquía en las dos primeras rondas del Abierto de Australia no fueron casualidad.

El astro suizo, dueño de 17 títulos de Grand Slam pero 17º preclasificado en Melbourne tras perderse los seis últimos meses de la temporada pasada por lesión, necesitó de apenas 90 minutos para despachar ayer 6-2, 6-4, 6-4 al 10º preclasificado Berdych.

Federer logró algunos de sus clásicos winners de revés, incluyendo uno en el segundo set que le valió un fuerte aplauso de la leyenda australiana Rod Laver, presente en las gradas del estadio que lleva su nombre. Acumuló 40 winners y ganó el 95% de los puntos cuando puso en juego su primer saque. No encaró un solo punto de quiebre.

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“Es una locura lo rápido que entré en ritmo, hasta yo me sorprendí”, dijo Federer sobre su actuación ante un oponente que había alcanzado al menos los cuartos de final en Australia los seis años anteriores. “Siento que tuve algunas dificultades en las dos primeras rondas”.

Su próximo oponente será el quinto preclasificado Kei Nishikori, quien eliminó 6-4, 6-4, 6-4 a Lukas Lacko para meterse en la cuarta ronda por sexto año consecutivo en Melbourne. Federer ha ganado cuatro de sus seis duelos contra el japonés, incluyendo los tres últimos.

El ganador de ese duelo podría toparse en cuartos de final con el favorito Andy Murray, quien no exhibió problemas por una leve lesión de tobillo y avanzó a los octavos de final por noveno año al hilo al vencer 6-4, 6-2, 6-4 a Sam Querrey.

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Murray expresó sorpresa por la eliminación de Djokovic el pasado jueves ante Denis Istomin en segunda ronda. Querrey frenó la racha de títulos de Grand Slam de Djokovic al derrotarlo el año pasado en la tercera ronda de Wimbledon, luego de que el serbio había ganado cuatro títulos consecutivos.

Murray se lastimó el tobillo derecho en la segunda ronda. Indicó que al principio del partido contra Querrey estaba titubeante, pero perdió cualquier miedo una vez que calentó. (D)