Este 2016 ya es conocido entre el madridismo como el año de Zidane. El francés ha pasado de entrenar al Castilla en Segunda B a ganar tres títulos con el Real Madrid. El 4 de enero, después de que Florentino Pérez despidiera a Rafa Benítez, Zizou cogió los mandos de un equipo sin identidad (tercero a cuatro puntos del Barça, líder).

Zizou cayó de pie en el vestuario, contagió poco a poco su entusiasmo y encauzó el rumbo con unos números de récord (40 triunfos, 11 empates y solo dos derrotas) hasta llevar al equipo a ganar la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

1. Acabó con la crispación

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La primera consecuencia de la salida de Benítez y del aterrizaje de Zidane fue la liberación de una plantilla que se sentía encorsetada por el libreto del ahora técnico del Newcastle. El galo empezó a lanzar su mensaje optimista y se percibió desde el primer entrenamiento, donde la tensión dejó paso a la sonrisa. Su llegada devolvió al vestuario el clima amable que instaló Ancelotti (2013-2015), de quien el francés fue ayudante en el año de la Décima.

2. Mensaje sencillo

Zidane es enemigo de las charlas saturadas de datos y estadísticas. Como exjugador que es, sabe que los futbolistas de nivel no quieren lecciones largas. Zizou ha querido 'limpiar' la mente de sus jugadores tras el periodo Benítez y su mensaje es claro: "Cortita y al pie". Una forma de dirigir que gusta mucho a la plantilla porque no le llegan mensajes contradictorios. Un discurso sencillo que también mostró a la prensa en su primera comparecencia al hablar de sus objetivos: “Mi concepto es jugar desde atrás, rápido y tener la posesión. La idea es clara: jugar con la BBC”.

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3. Hacer hincapié en lo físico

La gran preocupación de Zidane desde que llegó siempre fue el estado físico del equipo: “No estoy preocupado por la calidad de la plantilla. En eso estoy tranquilo”. Planificó una pretemporada en pleno enero para acabar el año a tope, un trabajo que acabó dando frutos, con un Madrid que no se desplomaba al final de los partidos. Este verano quiso reforzar esta parcela con el fichaje del ‘sargento’ Antonio Pintus. Los jugadores sudaron en verano, pero sólo hablan maravillas. Y esta temporada ya han marcado hasta seis goles superado el minuto 90.

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4. Confianza a Cristiano

Cristiano Ronaldo, claro como acostumbra en las zonas mixtas, no lo ocultó a las pocas semanas de llegar Zidane: “Ahora tenemos más empatía que con Benítez”. La relación entre el entrenador madrileño y el portugués comenzó torcida desde el verano por el intento de Benítez de agradar a Florentino con deferencias a Bale. Aquel “Es difícil decir quién es el mejor; creo que Cristiano, Bale, Benzema o James están ahí” del español fue un charco que acabó perjudicándole. El mensaje de Zidane fue otro nada más llegar: “Cristiano es el mejor, está de puta madre”. La conexión entre el portugués y el galo fue total. Un feeling que se mantiene en esta temporada. Como prueba, el cambio de rol que está empezando a asumir Cristiano. Ambos han mantenido varias conversaciones sobre la dosificación del crack que parecen haber dado resultado. “Pienso en gestionar los partidos, en el sentido de no jugarlo todo. Conviene ser inteligente", declaró recientemente el delantero.

5. Poner a Casemiro

Sin duda, una decisión clave en estos 53 partidos de Zidane. Curiosamente, una solución de la que también tiró Benítez, aunque el galo no recibió ni una crítica. Eso sí, Zizou la tomó casi por accidente, tras aquel derbi ante el Atlético en el que el Madrid cayó estrepitosamente (0-1). “Hay que meter la pierna, ganar los duelos”, reclamó el francés tras perder contra el Atlético. El brasileño captó el mensaje. Desde que el francés apostó por Casemiro (obligado por las bajas) se ha convertido en básico, aportando ese equilibrio en una zona habitualmente descuidada por la renuencia de los de arriba a bajar. Con él en el once, el Madrid de Zidane nunca ha perdido. (D)

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