Cristiano Ronaldo, ganador de la Eurocopa con Portugal luego de superar en la final a Francia (1-0), declaró en una entrevista a la revista France Football que los jugadores franceses “pensaban que iban a ganar fácilmente” y “sonreían mucho” antes de aquel partido,.

“Claro que puedes reír antes de un partido, pero ellos parecían todos felices (...). Su gestualidad denotaba cierta seguridad. Tuve ese sentimiento y lo utilicé, como capitán, para motivar a mis compañeros”, explicó Ronaldo, según extractos de la entrevista a la revista que concede el Balón de Oro, un premio que el portugués ya ha ganado en 2008, 2013 y 2014.

Ronaldo, de 31 años, es el gran favorito para sumar un nuevo premio como mejor jugador del año, luego de ganar la Eurocopa con su selección y la Liga de Campeones, en la que fue el máximo goleador, con el Real Madrid.

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Habló de la diferencia que sintió al obtener esos dos títulos este año. Cristiano llegaba “sin tanta presión” después de ganar la Champions League.

“Cuando llegué al Stade de France sabía que no era la primera final que disputaba. No sentía tanta presión como la que jugué un mes y medio antes con el Real Madrid frente al Atlético. Al fin y al cabo, con Portugal sabía que no teníamos nada que perder. No éramos los favoritos. El Madrid es el Madrid y siempre estás obligado a ganar. Y ese no era el caso de Portugal, que no había ganado nada”, dijo el delantero.

Las finales no le quitan el sueño al portugués. Así lo dijo: “Siempre duermo bien. No sueño nunca con fútbol. Cuando me desperté el día de la final, estaba con tres rubias en la cama (entre risas). No. En serio, me desperté consciente de que era un día especial, que íbamos a jugar la final de la Euro en Francia contra Francia... Dormí ocho horas. Podía haberme despertado en plena noche por culpa de la ansiedad, pero no fue así. La clave fue la serenidad”, comentó el luso.

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“Sabía que Francia nos atacaría 50 veces y que tendríamos que defendernos, pero que tendríamos nuestra oportunidad y que marcaríamos”, continuó.

Ronaldo señaló que el hecho de tener que retirarse por lesión durante la final (a los 25 minutos) fue “la mayor pena” de su carrera. “No podía doblar la pierna (...), no iba a ser la final con la que había soñado, no podía jugar”, cuenta Cristiano, que vio el partido desde el banco.

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“Cuando no juego, me aburro”, confesó, pero entonces le tocó hacer de líder fuera del campo, motivando a sus compañeros, hablando con ellos en el camerino durante el entretiempo. “Es curioso porque poco después de la final, de vacaciones en Miami, me crucé con Antoine Griezmann en un restaurante donde estaba con su prometida. Se acercó y me dijo, con una sonrisa cómplice: ‘Cristiano, te odio’”. (D)