El goleador holandés del Fenerbahçe, Robin van Persie, aseguró ayer que su ojo estaba intacto luego de haber tenido que retirarse de la cancha el pasado domingo por un golpe en la cuenca ocular durante un partido del campeonato turco.

“Tengo un pequeño desgarro en el párpado, pero luego de los exámenes puedo decir que el ojo no está afectado, así que todo va bien”, escribió el exdelantero del Manchester United en su página de Facebook.

“Son cosas que pueden pasar en el fútbol”, restó importancia Van Persie, que abrió el marcador ante el Akhisar Belediyespor en el minuto 26.

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Después de un golpe con un defensa un cuarto de hora después, el atacante de 33 años debió ser sacado en camilla, con una venda en su ojo izquierdo ensangrentado, lo que disparó inicialmente las alarmas.

El médico del Fenerbahçe lanzó un mensaje de tranquilidad. “Tenía sangre en el párpado. Después de los primeros auxilios, le enviamos a un hospital a ver a un oftalmólogo. Allí nos dijeron que la situación no era tan grave. Va bien”, afirmó en un comunicado. (D)