Cuántas veces usted ha escuchado decir que los futbolistas son lo más importante, que los técnicos han desbaratado las bondades del fútbol de antaño con sus sistemas, tácticas y estrategias. Pues bien, usted conoce algún equipo que prescinda de los servicios de un técnico, absolutamente no, hay equipos que tienen los jugadores más dotados y por la incapacidad del técnico no funcionan, ejemplo la Selección Argentina.

Quizás sea una de las profesiones que más exige, un técnico de fútbol debe ser especialista en una cantidad innumerable de temas. El haber sido futbolista, el tener camerino como dicen, en definitiva el conocer la materia no es para nada suficiente para encarar con éxito la actividad.

Antiguamente un técnico ni sabía ni se preocupaba por la preparación física del equipo. El encargado del tema hacía su trabajo de manera independiente con amplias libertades y hoy sabemos fehacientemente que la preparación era deficiente. Los técnicos de antaño eran simplemente motivadores, escogían a los mejores y los lanzaban a la cancha con escasísimas referencias sobre lo que era conveniente protagonizar en la cancha. En aquellas épocas se desconocía el rival que se iba a enfrentar, algo que ahora no sucede, por tanto no había estrategias y todo se circunscribía en jugar bien o mal a la pelota. Siempre ganaba el que tenía mejores individualidades. Es decir los técnicos no tenían prácticamente ninguna injerencia en el desarrollo del partido, todo era responsabilidad de la capacidad individual del futbolista.

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La informática y la posibilidad de tener a la mano videos de los partidos de los rivales a enfrentar, hicieron posible que aquellos técnicos obsesivos del trabajo comenzaran a estudiar el rival, evaluar virtudes y defectos, de tal forma de plantear un partido inteligente, neutralizando las virtudes y potenciando la manera de desnudar los defectos del equipo al que enfrentamos. Cuantas veces escuchamos en la actualidad a técnicos decir, lo único que me interesa es lo que propone mi equipo, esa clase de técnicos están en extinción y son realmente nocivos.

Ahora bien, un técnico de fútbol debe ser una persona preparada académicamente, debe expresarse bien, con simpleza, claridad y fundamentalmente con autoridad, tener la suficiente capacidad de interesar al futbolista en todos los temas que toca. Ganarse la confianza del plantel y esa virtud se adquiere con preparación. Debe ser un verdadero psicólogo, conocer de medicina, de nutrición, realmente un estudioso, un obsesivo del trabajo, por eso no todos los exfutbolistas están en condiciones de ser técnicos exitosos. Hay técnicos que jamás jugaron fútbol y alcanzan la consagración, Mourinho y Markarian son dos ejemplos.

Guardiola un técnico que no solo tiene un record de títulos, sino que también está reconocido como un estratega excepcional, dice que la capacidad de un técnico no se mide por sus títulos, sino por su trabajo.

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En una entrevista reciente Oscar Ruggieri confesó que en 1986 cuando River argentino fue Campeón Intercontinental ganando al Steua Bucarest la final en Tokio, el técnico Bambino Veira lo único que dijo fue: muchachos, cuidado porque hay dos polacos que juegan muy bien, después hacemos lo nuestro, ni siquiera sabía quiénes eran y estamos hablando de un técnico reconocido y con títulos importantes.

Ya que hablamos de Guardiola, hoy técnico del Manchester City, protagonizó en estos partidos ante Barcelona algo que demuestra su capacidad, su inteligencia. El primer partido lo perdió 4 a 0, y lo encaró con su estrategia favorita, la presión en toda la cancha. Para el partido de vuelta paró el equipo con un 4-1- 4-1, esperó y contragolpeó algo que a él no le gusta, pero el cambio fue efectivo, remontó el partido que lo perdía 1 a 0 y lo ganó 3 a 1.

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Los técnicos también juegan en un fútbol actual que tiene un nivel superlativo, y donde no alcanza juntar once futbolistas de buen pie y lanzarlos a jugar pelota. (O)