Llegados incluso a altas horas de la madrugada, decenas de brasileños seguían haciendo fila este viernes en las afueras del estadio de Maracaná para comprar su entrada para el esperado partido de reapertura del domingo, después de estar cerrado al fútbol local por meses por los Juegos Olímpicos.

El clásico entre el Flamengo y el Corinthians, con dos de las aficiones más ardientes de Brasil, por la 32ª fecha del campeonato brasileño, marcará el reinicio de los juegos en este templo del fútbol, que fue sede de la ceremonia inicial y final y de varios partidos de las Olimpiadas de Rio de Janeiro.

En el Maracaná se jugó la final de los Juegos que Brasil ganó ante Alemania, conquistando la medalla de oro olímpica por primera vez en su historia.

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El último partido del torneo brasileño que se disputó en su suelo fue en mayo pasado, en el derbi local entre Botafogo y Vasco.

Después estuvo unos meses en obras para adaptarse para el megaevento deportivo, obligando al Flamengo y al Fluminense -que no tienen campo propio- a hacer acuerdos con otros clubes para disputar sus juegos.

Con capacidad para 78.600 espectadores, se espera que el estadio esté a rebosar el domingo: las entradas online se agotaron rápidamente y, en las taquillas del estadio, las colas duraron horas el jueves y eran de unos 30 metros este viernes.

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El Fla vuelve a casa

Mostrando feliz su entrada, Luis Alves, dueño de una panadería de 29 años, estaba exultante: “Fue muy difícil. Tuve que pasar aquí desde la madrugada para conseguir un ticket, pero valió la pena. El Flamengo estuvo meses sin su casa ¡y ahora volvemos!”.

No tuvo la misma suerte Junior Oliveira, de 37 años, que desde el miércoles trataba de conseguir un boleto tanto en internet como en las taquillas del estadio.

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“Tenía muchas ganas de ver el juego porque fue mucho tiempo esperando a que el Maracaná reabriera para el Flamengo. Voy a tener que verlo en televisión”, decía resignado.

El cara a cara entre los mayores equipos de Rio de Janeiro y de Sao Paulo es importante, además, porque el Flamengo necesita anotarse esta victoria en casa para mantener vivo su deseo de convertirse en campeón del Brasileirao, que ahora mismo lidera el Palmeiras (64) con 4 puntos más que los cariocas.

Pisándole los talones, los rojinegros esperan que el Palmeiras caiga el domingo ante el deficiente Sport.

De su lado, el Corinthians, golpeado por la salida a mitad de temporada de Tite para ser el técnico de la Seleçao, quiere dejar atrás su irregularidad y ganar el clásico para dejar el séptimo puesto y colocarse entre los seis primeros del torneo, que tienen garantizado un lugar en la Copa Libertadores. (D)

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