Claudio Bonadio, juez federal argentino, rechazó ayer extraditar a Eduardo Deluca, exsecretario general de la Conmebol, y a dos empresarios requeridos por una corte de Estados Unidos que los imputa en una causa de corrupción en el balompié que implica a la FIFA.

El juez argumentó, entre otros motivos difundidos ayer, que los contratos sospechados de sobornos entre dirigentes del fútbol fueron entre privados y, por consiguiente, no existió el delito de “cohecho” porque “circunscribió a pagar sobornos comerciales entre privados”.

El pedido de extradición lo realizó un juzgado federal de Primera Instancia del Distrito Este de Nueva York, que investiga la presunta comisión de delitos en la FIFA. Involucra a Deluca y a los empresarios Hugo y Mariano Jinkis (ex socios comerciales de la Federación Ecuatoriana de Fútbol).

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Deluca, secretario general de la Conmebol entre 1986 y 2011, es acusado en EE.UU. de delincuencia organizada, fraude electrónico y delitos relacionados con el lavado de activo.

Los argentinos Jinkis, padre e hijo, son señalados por EE.UU. de asociación ilícita con el objeto de pagar soborno en violación del título 18 del código de Estados Unidos. (D)