Con el indeseado empate 2-2 encajado en su casa frente a Ecuador, Bolivia ingresó en estado de coma, penúltimo en el clasificatorio sudamericano al Mundial de Rusia-2018, aunque su técnico argentino Ángel Guillermo Hoyos sigue insistiendo en que “estamos vivos”.

Con apenas 8 puntos en 10 partidos, igual que Perú, aunque con menos gol diferencia, Bolivia parece condenada a ver frustrado nuevamente su sueño de clasificar a un Mundial. El último al que asistió fue al de Estados Unidos 1994.

A pesar de su situación, Hoyos no pierde la fe: “estamos vivos, seguimos vivos”, dice con convicción, y enfatiza que “no nos vamos a bajar de la ilusión ni de pelear por alcanzarla”.

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Pero las evidencias y la prensa boliviana empezaron a preparar el responso: Con el empate el seleccionado verde "comenzó a decirle adiós a Rusia", apuntó Campeones, del diario Página Siete, mientras Marcas, de La Razón, rotuló: “Como para decir: Adiós Rusia”.

El seleccionado boliviano, que tuvo una levantada en las octava y novena fechas con un triunfo de local 2-0 ante Perú y un empate 0-0 frente Chile, cayó por goleada 5-0 frente a Brasil en la décima y cedió un empate 2-2 en La Paz ante Ecuador en la undécima, tras ir en ventaja por dos goles en el primer tiempo.

Vendedores de ilusiones

A pesar de que Hoyos insiste en que “yo no me voy a rendir”, el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando López, es más que elocuente: “no hay que seguir vendiendo la ilusión de Rusia, eso está muy alejado”.

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Unos pocos, calculadora en mano, afirman que “matemáticamente la habilitación es posible”, pero para López, “cuando se pierden puntos en casa no se puede pretender una clasificación”.

De tal manera que “lo que queda es ir mejorando, que la selección tenga identidad de juego, que se pueda ir renovando progresivamente, pero sobre la basa de gente con experiencia”.

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Chárter de la discordia

El dirigente, que advirtió que su declaración “no es para que salgan a decir que el presidente no cree o no apoya a la selección”, ya tuvo una fuerte discrepancia con directivos de la FBF y jugadores del seleccionado antes del juego ante Brasil, a causa de un vuelo chárter.

Semanas antes de ir a jugar a Natal, ciudad nordestina de Brasil, López criticó la contratación de un vuelo especial: “el chárter vale 100.000 dólares y el vuelo comercial 30.000; si es vuelo chárter para ir a perder, no sé si vale la pena tanta plata”, dijo López.

“Discúlpenlo, la FBF y el país algún día tendrán el presidente que se merecen”, aguijoneó de su lado Clíver Rocha, tesorero de la FBF. Algunos jugadores, como el delantero del Cosmos estadounidense, Yasmani Duk, también reaccionaron molestos: “Qué pena realmente tener a un hombre perdedor antes de jugar un partido; y después se niega todo, y es el presidente”, tuiteó.

Finalmente el chárter fue contratado, pero desde Santa Cruz de la Sierra (este) y no desde La Paz, donde la Verde tiene su punto de concentración.

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Ocho juegos cruciales

Bolivia debe jugar todavía ocho partidos, sólo cuatro de ellos de local ante Paraguay, Argentina, Chile y Brasil, es decir todos miembros de la exclusiva zona de clasificación.

La suerte de la Verde se dilucidará probablemente en noviembre cuando visite a Venezuela (colero con 2 puntos) y reciba a Paraguay, que se puso nuevamente en liza al darle una bofetada en su propia casa a Argentina, sin Messi, con un doloroso 1-0. (D)