La Copa Libertadores se jugará desde 2017 entre febrero y noviembre, alargando la competencia, y la final será un partido único en campo neutral, según las reformas de la Conmebol anunciadas ayer.

La primera modificación implica pasar de un promedio de 27 semanas a 42 de duración total para la Libertadores, mientras que la Copa Sudamericana se jugará a partir de junio y finalizará en diciembre.

Otra de las modificaciones significativas tiene que ver con la definición del título, que ya no será con partidos de ida y vuelta, sino como se hace en Europa: en un solo juego en una sede previamente establecida.

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Otra novedad es que diez clubes de la Copa Libertadores que no avancen a octavos de final tendrán la oportunidad de seguir compitiendo en la Sudamericana. (D)