La disolución de parte de la FIFA de su propia fuerza de tarea contra el racismo fue denunciada ayer como una bochornosa traición, mientras el máximo organismo del fútbol mundial se vio obligado a ponerse a la defensiva para reafirmar su compromiso con el combate a conductas y expresiones discriminatorias en Rusia.

Kick It Out, una organización contra la discriminación en el fútbol inglés, se dijo ‘perpleja’ ante la decisión de la FIFA, dado que la Copa del Mundo de 2018 se realizará en Rusia, país “tristemente célebre por su racismo y sus actividades abusivas hacia las minorías”.

El presidente de la Federación Jordana de Fútbol, el príncipe Alí, declaró que considera “increíblemente preocupante” que la fuerza de tarea haya sido eliminada ante el “muy real y evidente” problema de discriminación que vive el fútbol.

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Si bien el racismo ya no es un asunto fuera de control en el fútbol inglés, 402 incidentes de discriminación registró Kick It Out la temporada pasada –aumento de más del 40% en comparación con hace dos años–. “Podemos vivir con apreciaciones, pero tomamos muy en serio nuestro rol como el organismo que rige el fútbol mundial para combatir la discriminación”, dijo Fatma Samoura, secretaria de la FIFA. (D)