Más poderosa que una defensa entera, una rebelde pubalgia fue la que dejará al goleador de Argentina Lionel Messi fuera del partido con Venezuela el martes en Mérida, por la octava fecha de las Eliminatorias al Mundial Rusia-2018.

"Lamentablemente no va a poder jugar. No podemos tomar riesgos. Hablamos con el médico y es lo aconsejable. Se tiene que empezar a tratar. Hay que cuidarlo", dijo Edgardo Bauza en breve rueda de prensa en la puerta del predio deportivo de Ezeiza donde se concentra la albiceleste.

La pubalgia es una inflación de músculos en la zona inguinal. En otras oportunidades el cañonero había sufrido el síntoma y esta vez los médicos y el cuerpo técnicos prefirieron preservarlo de un eventual agravamiento.

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Messi entró a la cancha la noche del jueves ante Uruguay en Mendoza con el dolor en el pubis. Marcó el gol de la victoria (1-0) que llevó a Argentina a liderar la tabla, pero salió del campo todavía afectado.

El artillero fue la figura y ovacionado por la multitud. Fue la manera de rendirle homenaje en su regreso al equipo sin haberse sacado nunca la camiseta pese a su renuncia el 26 de junio en Nueva Jersey (EEUU), tras perder, con gran desilusión, la final de la Copa América Centenario ante Chile, en desempate a penales.

Al margen de la baja de Messi "no hay otros lesionados", dijo Bauza. Argentina viajará el domingo en un vuelo chárter con rumbo a Mérida tras haber recibido este viernes la autorización para el plan de vuelo, revelaron fuentes de la Selección citadas por el canal TyC Sports.

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El atacante "padece un cuadro de dolor inguinocrural, por lo que no participará en el próximo compromiso de eliminatorias", indicó la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en un comunicado.

La dolencia es frecuente entre algunos deportistas de alta competición. En el fútbol, una pubalgia crónica y agravada puede obligar a un jugador a retirarse, aunque suele suceder en los más veteranos. (D)