Julio Angulo, en una entrevista concedida a diario Olé de Argentina, reveló varios detalles de su vida personal y deportiva. El mediapunta de 26 años llegó para el segundo semestre de este año a Huracán, después de llegar a la final de la Copa Libertadores con Independiente del Valle.

Este viernes, a las 20:15 de Ecuador, Godoy Cruz de Jaime Ayoví recibe al equipo de Angulo en el inicio del fútbol argentino.

¿Por qué Huracán?

Había muchas propuestas buenas, pero estaba seguro de que acá iba a madurar como futbolista. El fútbol argentino era un lugar que me tentaba hacía mucho y se dio todo. Ahora estoy acá, pensando en arrancar con el pie derecho.

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¿Qué sabes del Globo?

Todos me dicen que es el sexto grande. Lo vi en la Sudamericana y Libertadores. Se fueron varios jugadores importantes, pero eso pasa cuando los equipos hacen buenas campañas. Estoy contento e intentaré aportarle cosas al equipo y que crezca en lo grupal e institucional.

¿Qué objetivos te propusiste?

El torneo argentino es muy duro y competitivo. Queremos y anhelamos ganar. Y si no, llegar lo más lejos posible. Apuntamos a darle alegría a la hinchada. Son muchas cosas que me pongo como meta y es un camino largo.

¿Qué hablaste con Eduardo Domínguez?

Me contó que me fue a ver varios partidos, que me estaba haciendo un seguimiento. Me dijo que la idea es potenciarme en varios aspectos y que ganara experiencia internacional. Me dio confianza y quiero retribuírsela.

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¿Por qué te destacas en la cancha?

Más que nada por mi velocidad y el desequilibrio. Me gusta habilitar a mis compañeros y hacer goles.

¿Por eso te dicen el Robinho ecuatoriano?

Sí, ja. Me gusta desequilibrar con la pelota y Benito Floro, el entrenador español que tuve en el Barcelona de Ecuador, me apodó así. Igual, me gusta que me llamen por mi nombre.

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¿Conociste al posta?

Sí, me enfrenté con él hace poco, cuando jugamos con el Atlético Mineiro. No es el jugador que era antes, pero es muy emocionante compartir cancha con ese tipo de cracks. No me animé a hacerle ninguna broma porque estaba metido en el partido. Encima ese día ganamos...

¿Cómo fue tu vida en Guayaquil?

Me crié ahí. A los 12 años empecé a entrenar, pero antes era de jugar en la calle. Me decidí porque miraba los partidos por tele y me encantaban. Cuando me preguntaban en qué posición jugaba, yo decía que era volante y no delantero. ¡Pero me ponían arriba igual! Eso sí, siempre hice la banda.

Te hiciste de abajo...

Sí, sobre todo porque en mi barrio no era común que salieran jugadores... Pero yo tenía en la cabeza que quería ser futbolista y a veces no tenía ni plata para ir a entrenar. Por eso les agradezco a mis padres, que siempre me apoyaron con lo poco que tuvieron. Cuando crecí, me di cuenta de que no era fácil llegar a Primera. En Ecuador debutan muchos juveniles en un año, pero pocos se mantienen. Es más, allá mi posición casi siempre es ocupada por extranjeros.

¿Vale más tu recompensa por lo mucho que te costó llegar?

Muchísimo. Soy agradecido con Dios. La mayoría de mis amigos con los que me crié de chico, hoy no están en este mundo u otros están en la cárcel. Ante esas adversidades, uno tiene que sobreponerse. Mi familia está orgullosa y ahora que tengo hijos, uno quiere ser ejemplo para ellos.

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¿El gol más importante de tu vida fue el que le hiciste a Boca?

Como siempre lo dije, nunca me imaginé la magnitud que podía tener hacer un gol y ganar en la Bombonera. Se lo venía pidiendo a Dios hace mucho tiempo, porque también fue mi primer gol internacional. Tuve la suerte de que el arquero de un equipo grande fallara y se me diera la chance.

Hiciste que Orion, por tu presión en su error, se fuera de Boca.

Se dice eso, pero me parece que fue más porque Boca es un equipo grande y siempre tiene la obligación de ganar. Pero si repasamos, en el fase anterior, ante Nacional, él lo salvó a Boca. El fútbol es así, pero nadie puede negar la calidad de Orion.

Si le hacés un gol a San Lorenzo, el otro queda en el pasado...

Apenas llegué, todo la gente de Huracán me dijo que es una rivalidad a muerte. Marcarle sería lindo, y más ganarle. Pero les quiero hacer goles a todos.

¿Tu suegro es el máximo goleador de la liga ecuatoriana?

Sí, la Pantera Benítez. Me da muchos consejos como goleador. En Independiente yo no marcaba tanto, pero él quería que lo hiciera porque me decía que así iba a valer más. Por eso le dedicaba cada gol que metía.

A Huracán le falta un 9 después de la salida de Wanchope...

Sí, eso hablé con el cuerpo técnico. No es que no pueda jugar, pero la característica del 9 de área no es la mía. No aguanto la pelota, soy más como Alexis Sánchez: un falso 9 que se mueve por donde sea. No soy alto como para bancarme a los centrales fuertes. De volante o extremo, estoy siempre dispuesto a jugar.

¿Sabías que sos el segundo ecuatoriano que juega en Huracán? (Roberto Mina jugó en el Globo entre 2003 y 2004)

No estaba al tanto. Sé que es un fútbol al que vienen pocos compatriotas. Seguro que me voy a cruzar con Jaime Ayoví, que es uno de los grandes jugadores de nuestro país. Ojalá que cada vez haya más. (D)