Tan pronto sonó el silbato final del árbitro, llovieron los abucheos desde las gradas. Cabizbajos, y mientras sus oponentes eran vitoreados por sus propios hinchas, los jugadores de la selección de Brasil no pudieron hacer más que enfilar hacia el camerino con otro empate sin goles en el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Río.

Por segundo partido consecutivo, Neymar y compañía empataron con un rival teóricamente inferior, esta vez Irak, para alimentar las críticas y dudas sobre una selección que no se ha sacudido el fantasma de la Copa del Mundo de 2014 y sus otros fracasos recientes.

“Tenemos que disculparnos con los fanáticos, con la gente de Brasilia”, indicó el técnico de Brasil, Rogerio Micale, quien tomó las riendas de la selección olímpica tras el despido de Dunga luego de la eliminación en la fase de grupos de la Copa Centenario, en julio. “No jugamos nuestro mejor partido. Sentimos que dejamos a nuestros hinchas frustrados”, dijo.

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Tras saldar con el mismo resultado su debut ante Sudáfrica, Brasil marcha segundo en el Grupo A, empatado con Irak y dos unidades debajo del líder Dinamarca, que el domingo superó 1-0 a Sudáfrica. Se trata de una situación inesperada para una selección que reservó a su mayor estrella para intentar ganar el ansiado oro olímpico.

Aunque tuvieron 20 remates al arco iraquí, los brasileños volvieron a fallar en los momentos cruciales, y Neymar pareció hundirse bajo el peso de las tremendas expectativas de un país que no olvida el revés 7-1 ante Alemania en las semifinales del Mundial, ni las eliminaciones en la fase de grupos de la Centenario y en la segunda ronda de la Copa América 2015.

Brasil se juega la vida mañana en Salvador ante Dinamarca, en el cierre de la fase. (D)

Con la victoria (mañana) tenemos la clasificación. Espero que podamos conseguir los goles para darle la vuelta a esta página.Rogerio Micale, DT de Brasil