Independiente del Valle, el once que recién llegó a la primera división del fútbol de Ecuador en 2010, pasó de ser el pequeño que se clasificó a la fase de repechaje de la Copa Libertadores 2016 a un gigante que llegó a vicecampeón e hizo historia.

Ni los más optimistas tenían en el mapa de posibilidades la enorme campaña de los Rayados del Valle, que fue construyendo su camino paso a paso sin temor y con convicción, hasta llegar a la final para enfrentar al colombiano Atlético Nacional con el que empató 1-1 en Quito y cayó 1-0 en Medellín.

“Fue un sueño, estoy muy feliz y sin duda pasará mucho tiempo para que podamos asimilar todo lo que se hizo”, dijo el técnico uruguayo Pablo Repetto, uno de los artífices del milagro negriazul.

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El estratega indicó que la inmensa labor de sus jugadores tardará en ser totalmente reconocida, dada la dimensión de lo alcanzado por el equipo en esta Copa Libertadores.

“Solo con el tiempo le darán la real dimensión”, sostuvo Repetto, quien, tras alcanzar un lugar insospechado para muchos, probablemente dejará las huestes de la Máquina del Valle por el Emiratos Árabes.

El conjunto de la ciudad ecuatoriana de Sangolquí, fundado en 1958, hace historia, no solo por llegar a la final del torneo de clubes más importante de América, sino por superar en cada serie equipos con rica trayectoria y claro favoritismo.

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Tras clasificar como segundo del Grupo 5 en la segunda fase del torneo, dejando por fuera al Colo Colo de Chile, llegó a octavos de final y sacó nada menos que el campeón reinante River Plate y luego al encopetado Pumas de México en cuartos.

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Ya en semifinales, Independiente del Valle parecía haber cumplido, más aún cuando el rival fue el seis veces campeón de la Copa, Boca Juniors de Argentina, al que sorpresivamente derrotó en dos juegos 2-1 y 3-2.

Una campaña que los puso en el mapa

“Dejamos todo en la cancha, no desmayamos, pero al final no se nos dio”, dijo triste pero a la vez satisfecho el volante Mario Rizotto tras caer en la final ante el equipo dirigido por Reinaldo Rueda.

El título no se dio, pero la historia sí se escribió con letras doradas, porque sin gran experiencia internacional y con un elenco de bajo promedio de edad, Independiente del Valle se hizo conocer en todo el mundo.

“Que un grupo tan joven haya llegado tan lejos es algo muy meritorio. Ahora apuntamos alto a la segunda etapa del campeonato ecuatoriano”, afirmó el ágil y hábil Jonny Uchuari, quien jugó un gran segundo tiempo en Medellín y tuvo una clara oportunidad para empatar.

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Ahora el negriazul enfrentará la salida de varios de sus jugadores que son reconocidos por la gran campaña, pero cuyo futuro promisorio es a la vez un gran reto para el club que deberá rehacer su nómina.

El primero que partiría será el defensor Arturo Mina, alma y nervio del conjunto sanguiloqueño, quien está por concretar su paso a River Plate.

“Mi familia está emocionada por el futuro. Con la bendición de Dios, si todo sale bien la próxima semana me presentaré en mi nuevo equipo”, dijo Mina a periodistas en Medellín.

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También ha sonado para partir el joven delantero José Angulo, quien sería tentado por clubes europeos, mientras el uruguayo Emiliano Tellechea jugará en Olimpo de Argentina y Bryan Cabezas podría vincularse a un club grande de ese país.

En medio de todas esas posibilidades, los negriazules terminaron con la convicción de haber logrado lo impensado: poner al equipo en el mapa del fútbol internacional. Ahora podrán recoger los frutos de su trabajo y gritar con orgullo que pasaron a la historia. (D)