Año 2006, no sabían de la existencia uno del otro, pero las historias de Pablo Repetto, como entrenador, e Independiente del Valle, como un club profesional, recién nacían, apenas empezaban a forjarse. Y a entrelazarse. Cosas del destino.

Para aquel entonces, diez años atrás, en Uruguay, un futbolista que se había retirado antes de lo pensado debido a una lesión grave daba sus primeros pasos en el banquillo. Era Repetto dirigiendo al Centro Atlético Fénix, en el cual había jugado. Tenía 32 años de edad y en su primera temporada al mando del equipo lograba el ascenso de la segunda división a la primera.

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Paralelamente, en Sangolquí, un inversionista llamado Michel Deller tomaba las riendas de un equipo que nació como amateur en 1958 y que máximo había llegado a la segunda categoría. Se llamaba Independiente José Terán, en honor al hombre que lo fundó, pero bajo una administración profesional ascendió a la Serie B al cabo de un año, en 2007.

Confirmamos los méritos que hemos mostrado para estar en la final. Ahora queda seguir soñando. El título es posible.Pablo Repetto, DT de Independiente

Tres años más tarde, en 2010, el equipo del Valle, que cambió el rojo y blanco por el negro y azul, debutaba en la Serie A de Ecuador. Y Repetto, por su lado, dirigía en su primera Copa Libertadores –la que hoy está a dos partidos de ganarla con Independiente– entonces como técnico del Club Atlético Cerro, al que había regresado tras un paso infructuoso por el Blooming boliviano y del que se marchó en el segundo semestre para terminar ganando el Torneo Apertura uruguayo con el Defensor Sporting.

A la siguiente temporada, la del 2011, Emelec (recién ahora se sabe) ponía interés en el charrúa, que perdió la final del campeonato uruguayo, mientras en Sangolquí, Carlos Sevilla dirigía por penúltimo año a Independiente, que quedó a mitad de la tabla, aunque tuvo al goleador del campeonato: Narciso Mina, con 28 tantos.

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Hasta que llegó el 2012, septiembre concretamente, y los predestinados se encontraron en el Valle de los Chillos, Firmaron un año de contrato, pero van para cuatro juntos.

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Él ha sido candidato hasta para dirigir a la Selección y sus muchachos, deseados por grandes clubes extranjeros, están a punto de tocar el cielo con las manos. Todo empezó en 2006. Repetto se animaba a ser técnico e Independiente daba un giro a lo profesional. El idilio podría celebrarse con champán en copa de lujo, una como la Libertadores. (D)