Es el ritual que Antoine Griezmann adoptó de sus técnicos y compañeros uruguayos desde sus primeros pasos con la Real Sociedad hasta llegar al Atlético de Madrid.

Se le puede ver antes de los partidos de Francia en la Eurocopa: baja del autobús y se dirige hacia el vestuario bebiendo de un recipiente de mate que lleva grabado su nombre.

"No cambio mis costumbres. Siempre cargo un termo conmigo a donde sea", dijo Griezmann antes de la final de la Liga de Campeones que disputó con el Atlético de Madrid.

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Estos días, nadie en Francia se atreve a cuestionar los hábitos y capacidad del delantero de Les Bleus, que es el máximo anotador del torneo en la antesala de las semifinales de la Euro 2016.

Que si es muy pequeño (1,76 metros, 5,9 pies de altura). Que es muy frágil (67 kilos, 147 libras). Que sencillamente no era un ariete que infunde temor.

Con cuatro goles en cinco partidos, el artillero de 25 años le ha tapado la boca a muchas voces incrédulas en el medio francés.

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Su más reciente gol, anotado poco antes del descanso del choque contra Islandia en los cuartos de final, fue tal vez el mejor que ha marcado en el torneo, una definición de vaselina. Tras recibir de Olivier Giroud, Griezmann elevó el balón por encima del arquero Hannes Halldorsson.

También asistió en otros dos goles de la victoria 5-2 que catapultó a Francia a las semifinales, donde el jueves enfrentarán a Alemania en Marsella.

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Y pensar que Griezmann tuvo que irse de adolescente a España, sumándose a las inferiores de la Real Sociedad en 2008, tras ser rechazado en su país natal debido a su estatura.

Lyon y otros clubes franceses deben lamentarse del talento que dejaron escapar.

Pese a su tamaño, ha demostrado una notable pericia para el juego aéreo. Dos de sus cuatro goles en el torneo han sido con cabezazos. Pero su gran virtud es ser escurridizo y su habilidad para abrirse espacios.

Al mismo tiempo, no oculta su costumbre uruguaya, que aprendió en la Real Sociedad al ser dirigido por el técnico Martín Lasarte y compartir vestuario con Carlos Bueno y Gonzalo Castro, y que ha seguido en el Atlético con Diego Godín y José María Giménez.

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La muestra en sus redes sociales y en esta Eurocopa cuando se dejó filmar para un video sobre la rutina diaria en el sitio de concentración de la selección, denominado "Un día con Antoine Griezmann en Clairefontaine". Alrededor de dos minutos de los siete de la grabación son dedicados al mate, la infusión de yerba que es toda una religión para los uruguayos. (D)