Aunque la Eurocopa 2016 aún está verde, porque los cuartos de final se disputan hoy, y la Copa África recién se jugará en 2017, el fútbol ofrece otro torneo de gran envergadura. En junio de 2017, en Moscú, San Petersburgo, Kazán y Sochi, se desarrollará la Copa Confederaciones, competencia que será la antesala del Mundial en Rusia, en 2018.

Tras triunfar en la Copa América Centenario 2016 imponiéndose en los penales a Argentina –por segunda vez consecutiva–, Chile llegará a las Confederaciones como una de las potencias. Por supuesto que su presencia en el torneo, por primera vez en su historia, la garantizó el año pasado cuando ganó como anfitrión de la Copa América 2015.

La Roja representará a Sudamérica en un torneo que tendrá como máxima novedad la ausencia de Brasil, que se ha coronado en el torneo en sus tres últimas ediciones.

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Por ganar la Copa Oro de la Concacaf en 2015 y derrotar a sus rivales estadounidenses en la eliminatoria de la Confederación, México es una de las seis selecciones con una plaza asegurada en el certamen del año venidero, junto con Chile, Australia, campeona de la Copa Asiática de la AFC; Alemania, campeona mundial reinante, Nueva Zelanda, representante de Oceanía y, por supuesto, Rusia en calidad de anfitriona.

En el caso de que Alemania gane la Euro-2016 en Francia, será el subcampeón de esta competición el que acuda a la Copa Confederaciones, tal y como ocurrió en la pasada edición cuando España fue campeona del Mundo y de Europa y acudió Italia como subcampeona europea.

El representante de África se dará a conocer el 5 de febrero de 2017, en Gabón. (D)