Vitoreados por una muchedumbre de fanáticos vestidos de vinotinto y dorado, LeBron James y los Cavaliers desfilaron por las calles de Cleveland para festejar su título de la NBA. La sequía de trofeos en Cleveland finalmente terminó después de más de medio siglo.

Cientos de miles de seguidores, algunos instalados desde la noche del martes para estar lo más cerca posible del desfile, abarrotaron el centro de Cleveland como nunca antes se había visto para agasajar a LeBron, Kyrie Irving y el resto del equipo que hizo historia al remontar una desventaja de 3-1 para superar a los Warriors de Golden State en la final y conseguir el primer título de la ciudad en cualquier deporte profesional en 52 años.

Este es el desfile por el que Cleveland esperó desde 1964, cuando los Browns se coronaron en la NFL. Hubo algunos años pésimos, y otros en los que la ciudad estuvo cerca de la cima, antes que LeBron, oriundo del cercano pueblo de Akron, cumpliese su promesa de regalar un título a la ciudad.

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Los fanáticos se ubicaron sobre techos, letrinas portátiles y se asomaron por las ventanas de edificios para echar un vistazo a LeBron, quien llegó a la Arena Quicken Loans alrededor de las 11:00 debido a los retrasos por las multitudes.

Se dice que ninguna ciudad en EE.UU. ha sufrido tanto con sus equipos. Los Cavaliers (básquet), Browns (fútbol americano), Indios (béisbol) y hasta los Barons, el extinto equipo de la NHL en la década del 70, totalizaron 146 temporadas sin alcanzar una corona. (D)