Nico Rosberg (Mercedes) se impuso con autoridad en el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, disputado en el circuito urbano de la capital azerí de Bakú, donde no titubeó en pos de la victoria desde la salida en la pole hasta rebasar la bandera de cuadros.

Como prueba de la supremacía de Rosberg, suya fue vuelta rápida de la carrera a sólo tres del final, cuando ya acariciaba la victoria y no tenía necesidad alguna de arriesgar.

Después de un inmejorable inicio del Mundial con cuatro victorias en las primeras cuatro carreras, el alemán no había subido a lo más alto del podio en las tres carreras siguientes, lo que unido a los dos últimos triunfos de Hamilton contribuyó a que se apretara la clasificación.

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El británico, que salió en décima posición de la parrilla, sólo pudo remontar hasta el quinto puesto en un circuito donde era muy difícil adelantar.

El líder del mundial vio así aumentada a 24 puntos su renta al frente del Mundial respecto a su compañero de escudería Hamilton, mientras que Vettel se situó a 45 puntos.

Imperial en la sesión clasificatoria del sábado, Rosberg llegó primero a la primera curva del trazado urbano, y vuelta a vuelta fue consolidando su ventaja, hasta el punto de mantener el liderato después incluso de realizar su único cambio de neumáticos. (D)