Stephen Curry encontró la puntería de larga distancia. Mordisqueó incesantemente su protector bucal e incluso increpó a LeBron James.

No había sido él mismo durante los primeros tres encuentros de la final de la NBA, pero Curry silenció a sus críticos y colocó a los Warriors a una victoria del bicampeonato.

Curry anotó 38 puntos, Klay Thompson despertó también con 25 unidades, y Golden State venció el viernes 108-97 a los Cavaliers de Cleveland.

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Curry había anotado solo 48 puntos en los primeros tres encuentros; el cuarto de la serie final marcó el resurgimiento del Jugador Más Valioso en las últimas dos campañas.

En total, Curry embocó siete triples, y Thompson, con quien forma un dúo temible conocido como los Splash Brothers, atinó cuatro disparos de tres.

Los Warriors tomaron la ventaja de 3-1 en la serie.

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Golden State hizo historia en la campaña regular, con el récord de 73 triunfos. Ahora, puede convertirse en la séptima franquicia que gana títulos consecutivos.

El quinto partido será mañana, en la Oracle Arena, donde los Warriors ganaron los dos primeros juegos de la final por una diferencia de 48 puntos.

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“Volvimos a hacer lo habitual. Respondimos cuando sonó la campana y volvimos a jugar como un equipo”, destacó la estrella Curry.

Kyrie Irving logró 34 tantos por los Cavs, que necesitarán ganar el quinto duelo o caerán ante los Warriors por segunda final consecutiva.

James agregó 25 puntos, 13 rebotes y nueve asistencias, pero el astro perdió siete balones y lució pasivo por momentos.

Kevin Love regresó a la alineación tras perderse el tercer encuentro por una conmoción cerebral, y añadió 11 unidades como reservista. (D)

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