El ecuatoriano Jaime Ayoví se frotó en la cancha los dedos pulgar e índice con la mano en alto, en típico gesto de “hay dinero” y denunció incentivación en el partido que su equipo, Godoy Cruz de la ciudad de Mendoza, se quedó afuera de la final del fútbol argentino.

“Hubo una motivación económica extra. No sé cuánto fue, pero ellos no estaban jugando honestamente”, disparó el artillero del “Tomba” de Mendoza, tras perder el domingo 2-0 con San Martín de San Juan. La incentivación está tan penalizada como el soborno.

“Ellos tenían la motivación del dinero. No hay por qué ocultarlo. No es el primer rival que nos juega así. Tenemos amigos en otros equipos que nos cuentan que los llaman para ofrecérselo (el dinero)”, dijo Ayoví.

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Tanta hacha hubo que el tricolor se sacó de las casillas y le mostraron la tarjeta roja directa por meter una tremenda patada a un rival, luego el jugador se disculpó. “Les pido disculpas a los jugadores de San Martín por mi reacción (de la patada). Fue de calentura”, dijo Ayoví, quien para colmo de males será suspendido y no podrá jugar contra Estudiantes de La Plata por una plaza en la Copa Libertadores de 2017. (D)