El millonario tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, rey de los duty free de su país, es el hombre en la sombra que ha construido la gran temporada del Leicester City, club que compró en 2010, cuando nadie apostaba por él y que el pasado lunes se proclamó campeón de la Premier League.

Los negocios han sido habitualmente su campo de acción, manteniéndose alejado lo más posible de las aguas turbulentas de la política tailandesa.

Este amante del polo, de 58 años, forma parte de la élite de Tailandia, pero pese a su fortuna acostumbra a mostrarse cercano con los hinchas del fútbol, regalando cerveza y donas en el estadio del club, el King Power (como también se llama su grupo empresarial), un lugar al que ha llegado en ocasiones para ver partidos directamente en helicóptero hasta el círculo central.

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A pesar de su gran popularidad, Vichai es un personaje algo enigmático y que tiene poco contacto con la prensa. Prefiere dejar a su hijo Aiywatt, conocido con el apodo de Top, en la primera línea mediática.

Cuando compró el Leicester City por unos 40 millones de libras ($ 58,1 millones), el club estaba en la segunda división y el nombre del millonario tailandés era totalmente desconocido en el Reino Unido, que no sabía qué esperar de ese misterioso recién llegado.

Desde entonces ha ido inyectando decenas de millones de euros, sin hacer mucho ruido ni comprar grandes estrellas, una estrategia diferente a la de otros magnates que han adquirido clubes.

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Tailandia ya contempla con vehemencia los partidos. Las hinchadas de los equipos crecen con rapidez y el fervor del aficionado se dispara. Más aún ahora, con Vichai como inventor y su club como referencia.

Estabilidad financiera

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El magnate tailandés vio el negocio que no contempló el empresario croata Milán Mandaric, propietario anterior y que accedió al cambio de manos de la entidad.

El milagrero del Leicester ha necesitado solo un lustro para llevar a la entidad al éxito más grande de su historia y del balompié inglés.

Al borde del descenso hace una sola temporada, ahora celebra por las calles de Leicester una fábula de la que no quiere despertar.

El tailandés convirtió $ 150 millones de la deuda en acciones, una señal de garantizar la estabilidad del club a largo plazo. Su fortuna, edificada inicialmente a partir de una sola tienda en Bangkok, está estimada en 3.200 millones de dólares, según la revista Forbes.

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En mayo de 2014 dijo que estaba dispuesto a gastar $ 261 millones para tener a los zorros entre los cinco primeros en tres años. Han triunfado en dos, gastando menos de la mitad de esa cantidad en las transferencias. Gran parte de eso, por supuesto, se ha reducido a la brillantez de los exploradores, el renacimiento de Claudio Ranieri y las actuaciones sorprendentes de los jugadores Jamie Vardy, Riyad Mahrez o Wes Morgan.

Vichai también merece un considerable crédito por ser el autor de esta ‘fábula’ llamada Leicester. (D)