El Atlético de Madrid obtuvo una clasificación agónica al perder 2-1 en Múnich para su tercera final de la Liga de Campeones, en las dos anteriores perdió de forma cruel, y jugará por su primera Copa de Europa el próximo 28 de mayo en Milán.

El arquero esloveno Jan Oblak con sus paradas, incluido un penal a Thomas Müller en la primera parte, y el francés Antoine Griezmann, con su gol salvador en el segundo periodo (54) fueron los héroes de la clasificación rojiblanca.

El español Xabi Alonso (31) y el polaco Robert Lewandowski (74) hicieron los goles germanos, mientras que el Atlético también erró un penal, en la botas de Fernando Torres, en la segunda parte (84).

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El Bayern, que partía con la desventaja del 1-0 de la ida a favor de los españoles, comenzó volcado sobre el área rival y creaba peligro con centros al área, como uno del brasileño Douglas Costa que el polaco Robert Lewandowski remató fuera (12), y con disparos desde lejos, tal como intentó el chileno Arturo Vidal (13 y 17).

Sólo el capitán Gabi, con un disparo desde la frontal que atajó el arquero Manuel Neuer, creó cierto peligro en la primera parte (16) para el Atlético.

A medida que avanzaban los minutos, el asedio germano era cada vez mayor y Lewandowski (20 y 23) y Philipp Lahm estuvieron cerca de marcar (27).

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El premio para el equipo que dirige Pep Guardiola llegó a la media hora: una falta en la frontal del área la lanzó Xabi Alonso y la pelota se coló en la red colchonera tras tocar en el central uruguayo José María Giménez y descolocar a Oblak (31).

La noche para el central charrúa empeoró dos minutos después, al agarrar dentro del área al español Javi Martínez y señalar el árbitro penal.

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Pero Oblak detuvo el disparo de Müller (35) y dio oxígeno a su equipo, que estaba pasando por grandes dificultades.

El Bayern acusó el golpe del error en el penal y casi no volvió a acercarse al área de un Atlético que tampoco modificó su sistema de juego hasta el descanso.

Diego Simeone se dio cuenta en la pausa que su equipo no podría aguantar así toda la segunda parte y cambió de táctica, quitando del campo al mediocentro argentino Augusto Fernández para dar entrada al veloz extremo belga Yannick Carrasco.

La apuesta del 'Cholo' dio sus frutos y en un rápido contragolpe, la pared entre Griezmann y Fernando Torres dejó solo al delantero francés ante Neuer y batió por bajo al arquero germano (54).

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Pese a necesitar dos goles para clasificarse, el Bayern es de esos equipos que nunca se rinden y siguió buscando el gol.

Xabi Alonso (67) y Lewandowski (69) lo volvieron a intentar. Tanto insistió el polaco que acabó marcando en una jugada en la que el francés Kingsley Coman, que acababa de sustituir a Douglas Costa, centró desde la derecha y Vidal, en el segundo palo, cabeceó para Lewandowski que solo tuvo que empujarla (74).

Con el Bayern volcado, el Atlético tuvo la gran ocasión de poner fin a la angustia con un penal cometido sobre Torres, fuera del área, que lanzó el 'Niño' y se la paró Neuer (84).

El austriaco David Alaba estuvo a punto de dar la clasificación al Bayern con un disparo desde la frontal que sacó Oblak (88), cuando el Bayern asediaba al Atlético.

Pero el marcador ya no se movió y el Atlético se clasificó para la final de la Liga de Campeones en Milán el próximo 28 de mayo.

Guardiola, por su parte, dejará el Bayern a final de temporada (con destino al Mánchester City) tras caer tres años consecutivos en semifinales de Champions ante tres equipos españoles: Real Madrid (2014), Barcelona (2015) y Atlético (2016).

Los dos primeros levantaron la copa tras eliminar a los germanos en semifinales. En Milán podrían encontrarse de nuevo los dos equipos madrileños si el Real Madrid gana el miércoles al Mánchester City (0-0 en la ida).

La de San Siro será la tercera final de la máxima competición europea para el Atlético, al que el argentino Diego Simeone le ha convertido en un equipo de referencia en Europa.

En la primera de ellas, en la temporada 1973-1974, un gol en el último minuto de la prórroga del jugador del Bayern Georg Schwarzenbeck provocó el partido de desempate cuando los atléticos ya celebraban el triunfo y los germanos acabaron con el sueño colchonero dos días después en el 'replay' (4-0).

Cuatro décadas después, en Lisboa ante el Real Madrid, El Atlético creía haber roto su maleficio europeo pero Sergio Ramos forzó la prórroga en el descuento y los blancos acabaron imponiéndose en el tiempo extra por 4-1.

En Milán, los rojiblancos tendrán la ocasión de cambiar su historia. (D)