Que nadie pierda la esperanza

No es el mejor momento más adecuado para escribir de resultados de deportes o análisis de partidos cuando hay una catástrofe que nos afecta a todos en Ecuador. Sinceramente, con tanta tragedia y dolor, el corazón se nos comprime y no podemos organizar los pensamientos.

La situación que vive la zona afectada es devastadora. La realidad ha superado toda imaginación por la magnitud y proporción de la destrucción. No es fácil asimilarlo, mucho menos para aquellos que han perdido todo. Se incrementa el número de muertos y se han destruido bienes materiales. Por fortuna, la respuesta solidaria de los ecuatorianos y el apoyo moral y material llegado de varios lugares del mundo es increíble.

En circunstancias extremas como esta es donde se prueba el poder de gestión, la capacidad para salir adelante y de no dejar que el espíritu se doblegue. Claro que tomará tiempo superar este dolor, pero es necesario que nadie pierda la esperanza.

Cuando ocurrió el atentado terrorista durante la Maratón de Boston, el 15 de abril de 2013, a las 14:49, se produjeron tres muertes y 282 heridos, que provocó conmoción nacional en Estados Unidos.

Unos días después del acto terrorista las personas intentaban retomar su vida cotidiana. Cuando Boston pudo volver poco a poco a la normalidad en uno de los juegos de los Medias Rojas, uno de sus beisbolistas símbolos, David Ortiz, tomó el micrófono y se dirigió a sus compañeros y al público que estaba en el Fenway Park. El dominicano dijo, entre otras cosas, “que un ataque terrorista cambia el espíritu de la ciudad, pero hay que adoptar la esencia del país: mantente fuerte”. Esta frase se hizo viral en las redes sociales y se reprodujo en los medios de comunicación y a partir de ese momento, Boston se inundó con ese mensaje.

Esa misma temporada los Medias Rojas ganaron el gallardete de la Liga Americana para jugar la Serie Mundial contra los favoritos, Cardenales de San Luis, campeones de la Liga Nacional. La disputa fue reñida, tanto que se igualó dos veces.

En uno de los partidos, cuando se complicaba la serie y el marcador no era favorable para Boston, vimos por la TV algo poco común, porque es tarea de los entrenadores. El Big Papi Ortiz reunió a sus compañeros en la banca y les hizo una arenga: “Hemos esperado seis años para llegar hasta aquí y no debemos dejar pasar esta oportunidad”.

Finalmente, Medias Rojas gana la Serie Mundial y el dominicano Ortiz, por su producción con el madero, fue elegido Jugador Más Valioso por haber sacado dos jonrones, impulsado a seis compañeros a la registradora y anotar seis carreras. Al recibir la distinción, expresó lo siguiente: “Dios nunca deja solos a sus hijos. Esta es una ciudad que ya ha pasado por muchas situaciones. Incluso cuando las personas estaban tratando de hacer lo correcto, otros hicieron lo contrario y lo inesperado aparece. Pero nosotros hemos hecho llegar el mensaje. Todos nos unimos”.

Las dos situaciones, las ocurridas en Ecuador y Boston, no tienen comparación. Una fue una desgracia natural y otra causada por el hombre. En nuestra tragedia, el daño es grande tanto en pérdidas humanas como en materiales. Tomará tiempo recuperarse. Nada es suficiente por intentar mitigar el impacto, pero hay que destacar la acción de muchos sectores que respondieron rápido y en su momento habrá que mencionarlos.

Las ciudades afectadas no serán las mismas, habrá secuelas por el dolor. Se sigue requiriendo mucha ayuda. Será necesario revisar muy detalladamente lo que pasó y determinar quién nos hace más daño. Si es la naturaleza o la acción u omisión del mismo ser humano.

No hay que perder la esperanza. Somos un país pequeño, pero con un corazón grande. Caminemos siempre juntos, tal como dice una estrofa de un rap que circula en YouTube llamado Canción terremoto Ecuador, que ya tiene muchas visitas. Resulta muy aleccionadora su letra: “La cosa está muy dura, la cosa está muy mala. Somos Ecuador, vamos a levantar la cara” .

De este complicado momento debemos salir fortalecidos. Con una nueva actitud, con un carácter indoblegable. Que nos sea posible distinguir rápido y de lejos a quienes nos quieren embaucar con falsas promesas y que nadie no venda ilusiones. Dicen que debemos tener a la mano una mochila de emergencia con los productos básicos para subsistir. Pero me quiero referir a la otra mochila, a la que la tenemos llena de odios, complejos y rencores. Aligeremos la carga. Saquemos de ella todas las cosas que nos molestan, que nos llenan de ira y coraje. Olvidemos ofensas que no estamos dispuestos a perdonar porque no debemos cargar ese peso.

Tal vez sea una tontería y parezca una ingenuidad, pero lo que necesitamos es trabajar y producir más, pero para eso es menester aligerar el peso de nuestra mochila y entender mejor el lema que está de moda: “Fuerza Ecuador”. Es una frase sencilla, se sintetiza el sentimiento de toda una nación que aspira a salir pronto de esta dura situación, pero se necesita que nadie pierda la esperanza. (D)

Todos unidos”, “mantenerte fuerte”, fueron recomendaciones de David Ortiz, de los Medias Rojas, tras los atentados de Boston en el 2013. Esos mensajes se aplican a Ecuador.