El entrenador del equipo húngaro de natación, Laszlo Kiss, de 75 años, dimitió de su cargo este jueves ante la presión y las críticas tras conocerse que fue condenado por violación hace más de 50 años.

“Considerando los intereses del deporte húngaro, pero también los ataques contra mi persona y mi estado de salid, he decidido dimitir de mi puesto de entrenador de la MUSZ (Federación Húngara de Natación)”, indicó Kiss en un comunicado.

El técnico, que se había ganado una gran reputación tras llevar a varios nadadores a la cumbre mundial, se vio inmerso en una gran polémica tras conocerse que fue condenado por una violación cometida en 1962 junto a otras dos personas.

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Entonces tenía 21 años y nadaba para el equipo del Ferencvaros (Budapest). Kiss estuvo encarcelado durante 20 meses, de una condena total de 3 años de prisión.

Entrenador desde 1965 y máximo responsable de la natación húngara desde 2000, su palmarés era prestigioso: bajo su dirección, Krisztina Egerszegi ganó cinco medallas de oro olímpicas entre 1988 y 1996, Agnes Kovacs se colgó un oro en Sídney-2000 y Attila Czene hizo lo propio en Atenas-1996.

Laszlo Kiss se defendió de este caso argumentando que había “aprovechado” la “segunda oportunidad” que le dio la vida y que fue condenado durante la etapa comunista, poniendo en duda el proceso.

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El miércoles recibió el apoyo de la MUSZ aunque eso no apagó las críticas vertidas por la clase política, abogados y psicólogos infantiles. Un patrocinador de la federación anunció también que rompía el contrato por este caso.

Kiss ya se vio envuelto en otra polémica al enfrentarse hace unos meses a la nadadora estrella Katinka Hosszu, muy crítica con sus sistemas de entrenamiento. el técnico dimitió en enero, pero su renuncia no fue aceptada por la federación. (I)