El domingo, cuando vaya a comenzar el derbi de la capital italiana, Francesco Totti se dirigirá al banquillo y no hacia el centro del campo: el capitán de la AS Roma, que pronto cumplirá 40 años, juega cada vez menos y cada vez parece más una estatua a la que muchos adoran por sus aportaciones del pasado.

Todos tienen claro que estamos en la recta final de la carrera de un jugador que estará en los libros de historia, de un símbolo con mucha fuerza en un club del que viste los colores desde 1993.

Cuando entró en el partido ante el Real Madrid en España en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, el público del Santiago Bernabeu se puso de pie para brindarle una larga ovación. El lateral brasileño de los 'merengues' Marcelo incluso le dio un abrazo.

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Después del partido de ida en Roma, fue el mediocampista croata Luka Modric quien publicó en las redes sociales una foto con Totti, con el mensaje "Mi ídolo".

Al principio de la temporada, una serie limitada de tickets de autobús y metro con su rostro fueron editados por los transportes públicos romanos. Esta semana, la celebración de los 23 años de su debut en la Serie A (el 28 de marzo de 1993 en Brescia, con 16 años) llenó decenas de páginas en la prensa italiana.

En aquel momento, cuando Ruggiero Rizzitelli, adjunto del entrenador Vujadin Boskov, le dijo que fuera a calentar, Totti ni siquiera comprendió la orden, pensando que no podía dirigirse a él.

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Hoy, Totti tampoco parece digerir bien su condición de suplente, al que el entrenador Luciano Spalletti concede excepcionalmente algunos minutos de juego, a menudo acompañados de ovaciones por parte de los 'tifosi'.

Ante el Lazio, el domingo, Totti será de nuevo suplente.

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Su presencia está en el aire, después de haber disputado 36 derbis de Roma en la Serie A, todo un récord, y haber marcado en ellos 11 goles, otro récord.

Totti querría poder sumar a esos impresionantes datos, pero su suplencia es uno de los problemas que tiene que gestionar Spalletti, que está en plena batalla por conseguir terminar la Serie A en tercer puesto y clasificarse así para la próxima Liga de Campeones.

El contrato de Totti finaliza en junio y le gustaría prolongar su gran historia con la AS Roma por un año más, que sería teóricamente el último.

"Con los pies que tiene no necesita correr", afirmó la pasada semana Diego Perotti, atacante argentino que juega como 'falso 9', en un puesto que Spalletti llegó a idear para Totti en 2005.

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Pero los responsables del equipo tienen más dudas sobre el estado del Totti actual, tanto el entrenador como el presidente estadounidense del club, James Pallotta, que recientemente dijo que "ya no puede jugar como antes".

"Su cuerpo hace una cosa, mientras su cabeza dicta otra", llegó a afirmar Pallotta.

Los dirigentes de la AS Roma han ofrecido a Totti distintos puestos: directivo, embajador o hasta vicepresidente. Pero siempre fuera del terreno de juego, algo que el 'rey de Roma' parece no contemplar por ahora.

Pallotta tuvo incluso que desmentir este vierne una información publicada por varios medios según la cual le habría ofrecido a Totti jugar sin cobrar la próxima temporada.

La leyenda de Totti está, por lo tanto, a la espera del epílogo, tras 23 años de carrera, 751 partidos con la AS Roma y 300 goles. Unos números impresionantes que lo llevan al Olimpo del fútbol italiano. (D)