Cumplidos los 90 días de suspensión que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) le aplicó a su presidente tras ser acusado de presunto lavado de activos por la Fiscalía General del Estado, en diciembre anterior, varios directivos del balompié nacional piden la renuncia de Luis Chiriboga Acosta al cargo. Al directivo lo señala, además, el Departamento de Justicia de Estados Unidos por supuesta corrupción, crimen organizado y otros delitos relacionados con los escándalos en la FIFA y la Conmebol.

Sobre una posible dimisión, Juan Carlos Machuca, abogado defensor de Chiriboga –quien está bajo arresto domiciliario– negó ayer que su cliente haya presentado una carta renunciando a su puesto.

Ante esta postura, y sin determinarse oficialmente el destino de Chiriboga en la FEF, varios directivos de clubes manifestaron que este debe marcharse de la función que desempeña desde 1998.

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“Por lo que sucede en la Ecuafútbol y en vista de que existe un vacío de poder es necesario que el ingeniero Chiriboga presente su renuncia” como presidente, dijo en su cuenta de Twitter Mario Canessa, presidente de River Ecuador.

Jaime Estrada, presidente del Manta, indicó: “En su momento dijimos que lo más oportuno y lo mejor era que renuncien (Chiriboga, Francisco Acosta, secretario de la FEF, y Vinicio Luna, coordinador). El directorio (de la Ecuafútbol) tiene la última decisión”.

“Chiriboga ayuda, pero yéndose de la FEF”, señaló Rodrigo Paz, presidente vitalicio de Liga de Quito, con quien concordó Tito Manjarrez, máximo directivo de El Nacional.

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No hay sucesión
Mientras, Álex de la Torre, titular de la Comisión Disciplinaria de la FEF, declaró: “Esperemos el martes, en reunión de directorio, buscar una salida legal sobre el caso del ingeniero Chiriboga”. Aclaró que si este renuncia o es removido de la presidencia, no asumiría oficialmente Carlos Villacís, actual presidente encargado.

“No hay sucesión de cargo, se procede a una elección del presidente por parte del directorio”, dijo De la Torre. (D)