Herido por las derrotas en Australia y Buenos Aires, Rafael Nadal buscará salir de la bruma que ahoga su juego en el abierto de Rio Janeiro (ATP 500), el escenario idóneo para renacer y citarse con su ansiado regreso olímpico en menos de seis meses.

En el quinto lugar del ranking mundial, el tenista español de 29 años pisará de nuevo la cancha donde ya venció en 2014, aunque quedó fuera de la final del año pasado, en plena lucha consigo mismo.

"No pienso volver a mi mejor tenis, pienso jugar mejor que ayer y mañana jugar mejor que hoy", lanzó Nadal en rueda de prensa.

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"Es suficiente de hablar de mi mejor tenis o no. No sé hasta donde va a volver, lo único que me motiva es jugar mejor y ser mejor cada día, después veremos hasta dónde puedo llegar. Soy feliz con lo que hago y trabajo duro para darme la posibilidad de competir bien y estar preparado", añadió.

El Rio Open, el mayor torneo de tenis de Sudamérica, se disputa del 15 al 21 de febrero en medio del brote de zika que azota a Brasil, que poco parece preocupar a los principales jugadores.

"No tengo miedo para nada, salgo en la noche y sé que hay un riesgo, pero estoy feliz de estar aquí de nuevo. Si me enfermo, pues mala suerte", afirmó Nadal.

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Su compatriota y defensor del título David Ferrer (6º) dijo por su parte que el tema no le obsesiona.

Se estima que un millón y medio de personas padecieron zika en Brasil, una enfermedad que científicos relacionan con un aumento inusitado de casos de microcefalia.

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El abierto se realizará en el exclusivo Jockey Club y reúne este año a tres tenistas del top-10, que competirán por los 1,3 millones de dólares en premios.

Mientras 2016 daba sus primeros pasos, muchos vieron en el subcampeonato que logró Nadal en Doha la luz al final del túnel que le había engullido el año anterior, el peor de su carrera, donde no alcanzó la semifinal de ningún torneo del Grand Slam.

En Qatar, sólo se inclinó ante Novak Djokovic, el imparable número 1 de la ATP que domina el tenis mundial con la firmeza que un día reinó Nadal. (D)