Ryan Giggs ha ganado más trofeos que ningún otro jugador en la historia del Manchester United. No obstante, en 24 temporadas con el club destacan los títulos de la Copa Intercontinental de 1999 y el Mundial de Clubes de 2008. En una entrevista a FIFA.com recuerda los momentos de gloria y sus experiencias en Japón.

Clasificar al Mundial de Clubes es difícil, y ganarlo también. Desde el punto de vista del jugador, ¿esta dificultad proporciona al torneo una credibilidad extra?
Aunque se llame Copa Mundial de Clubes, los jugadores europeos consideran que la final de la Liga de Campeones es más importante. ¿Pero lo es realmente? Para ganar el Mundial de Clubes tienes que luchar y debes enfrentarte a un equipo, normalmente sudamericano, que la desea fervientemente. Los rivales entienden lo grande que es la competición y que se les presenta la oportunidad de imponerse a los campeones de Europa. Por lo tanto, supone un enorme desafío para nosotros.

¿Suele un vestuario contagiarse del deseo de ganar de su entrenador?
Desde luego que sí. En aquella ocasión, sir Alex Ferguson consiguió que comprendiéramos lo importante que era aquel título, no solo para el Manchester United, sino para todo el fútbol inglés. Nos quedó clara la necesidad de conquistar el título cuando él recalcó: “No son muchos los equipos que han tenido esta oportunidad. Puede que ustedes no vuelvan nunca a conseguirla; por lo tanto, asegúrense de ganar”. Esas palabras nos llegaron muy hondo.

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Usted triunfó dos veces en Tokio: en la Intercontinental de 1999 y en el Mundial de Clubes nueve años después. En ambas ocasiones su equipo ganó 1-0. ¿Qué recuerda de esas victorias?
Durante buena parte del encuentro contra el Palmeiras en 1999, el rival fue el mejor equipo antes del gol de Roy Keane. Después, nosotros dominamos y habríamos podido meter un par de goles más. Me eligieron mejor jugador del partido, pero no creo que lo mereciera. ¡Mark Bosnich fue nuestra salvación en un par de ocasiones! Y después de derrotar a Liga de Quito en 2008 fui más consciente de todo lo que nos estaba pasando. En muchos aspectos se puede comparar con la felicidad que sentí al ganar la Liga de Campeones por segunda vez. Todos comprendimos mejor el gran triunfo que acabábamos de lograr. Fue algo increíble.

¿Cuesta mucho sobreponerse al desfase horario?
En el último Mundial de Clubes lo sufrí como nunca en mi vida. Por la noche, recuerdo que dormía solo dos o tres horas. Me levantaba a las tres de la mañana y me iba a la sala de recreo a jugar al billar pensando que yo era el único afectado y que estaría solo. Pero me encontraba con cuatro o cinco compañeros que ya llevaban un rato jugando.

¿Diría que el United ha recibido el reconocimiento que merece por ser el primer equipo británico campeón del Mundial de Clubes?
No, no lo creo. Es uno de esos logros que no reciben el reconocimiento que merecen. Por la dureza de la clasificación y por el hecho de que te enfrentas a otro campeón continental en la final, es el trofeo más difícil de ganar. Pero en mi país se concede mucha importancia a la Champions y la Premier League. (D)

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Trofeos

Ese número de copas cosechó Ryan Giggs en 24 temporadas con el Manchester United, dos de ellas en Japón: la Copa Intercontinental de 1999 y el Mundial de Clubes de 2008.

Recuerdo que antes de un partido en Japón se me cerraban los ojos (por el cambio de horario) y tomé un montón de café.Ryan Giggs, Exjugador del United