Aunque lo primero que hizo Luis Chiriboga Acosta, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), tras ser señalado de corrupción por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el jueves anterior, fue asegurar que no renunciaría a su cargo, lo último que realizó fue negar las acusaciones en su contra.

En un golpe demoledor a toda una generación de líderes del fútbol latinoamericano, las autoridades estadounidenses acusaron a 16 dirigentes de la Conmebol -ente al que pertenece Chiriboga- y la Concacaf como parte del abarcador caso de corrupción en el balompié.

Los presidentes de las dos confederaciones rectoras de Sudamérica (Conmebol) y Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf), además de caudillos históricos y hasta un expresidente de Honduras, figuran en la acusación de 92 cargos y 236 páginas aprobada por un jurado de investigación de Brooklyn, y que amplía las acusaciones originales de mayo.

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“El nivel de la corrupción del que se les acusa es desmesurado”, dijo la secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch. “El mensaje de este anuncio debe ser claro para todos los culpables que siguen ocultos, con la esperanza de evadir nuestra investigación: no se salvarán”, agregó.

La noche del jueves, Chiriboga hizo una declaración a periodistas que se apostaron fuera de su domicilio. “Desde el principio (del escándalo) nosotros pedimos a la Fiscalía General de Ecuador (colaborar) con toda investigación y lo ratifico. Por eso quiero decirles que yo no voy a renunciar a la Federación Ecuatoriana de Fútbol y desde mi función colaboraré en todo con la Fiscalía y a través de ella con los Estados Unidos”.

Minutos después de la asistencia voluntaria de Chiriboga a la Unidad de Flagrancia, en Quito, ayer la abogada Vallecilla, señaló que el titular de la FEF tomará una licencia indefinida (que fue negada y fue suspendida). La idea contrastó con la postura inicial de Chiriboga, quien aseguró hace 48 horas “quiero decirles que continuaremos en las funciones” en la Ecuafútbol.

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Del informe del Departamento de Justicia se desprende que fue la estrecha relación de Chiriboga con la empresa Datisa (que integra Full Play, dueña de los derechos de TV de la Tricolor) la que incrimina a Chiriboga ante las autoridades de EE.UU. (D)